La Filmoteca del Terrario

jueves, 16 de junio de 2011

"EL PATRULLERO": Pagar impuestos es participar


Durante la preproducción de Walker allá por principios de 1987, buscando localizaciones en México, Alex Cox y el productor Lorenzo O' Brien escucharon anécdotas de su chófer referidas a su etapa como patrullero por las carreteras menos recomendables del país. Esas historias se les quedaron metidas en la cabeza durante mucho tiempo. Flash-forward hasta 1991. Almería y Nicaragua dejan hecha polvo la carrera en Hollywood de Cox y los estudios le ponen, según él, en una "lista negra" y sus proyectos quedan acumulando polvo. Entre ellos, una adaptación al cine de las aventuras del personaje de la Marvel Dr. Strange co-escrita con Stan Lee, una épica sobre la Contra nicaragüense co-escrita con Rudy Wurlitzer de título Zero Tolerance o la adaptación al cine de los cromos Mars Attacks (que Tim Burton rodaría años más tarde). Para ganarse la vida se vio obligado a introducir películas de culto para la BBC y a colaborar con Dennis Hopper como consultor creativo para sus proyectos como director, interviniendo sobre todo en el guión de Camino sin Retorno (1990). Pueden leer todos estos guiones y muchos más en la recomendable web de Cox. Así transcurrieron las cosas para el director hasta que decidió refrescar su memoria con las historias que le contó aquel ex-patrullero y, con la ayuda de Lorenzo O' Brien, se fue a México a rodar el título que nos ocupa con actores y técnicos del país. La distribución mundial fue más bien pobre, casi limitándose su exhibición en festivales (entre ellos el de San Sebastián, donde consiguió el premio a mejor actor para Roberto Sosa) aunque para los pocos críticos que la vieron Cox logró recuperar parte del prestigio perdido.



El cadete Pedro Rojas (Sosa) se encuentra en la academia de formación de la policía mexicana. "Si ven un vehículo en la carretera, primero lo detienen y luego le buscan la infracción", le "enseñan" en clase. Primera señal de que su idealismo e inocencia no funcionarán en su nuevo trabajo. Se gradúa sin la asistencia de su padre, que esperaba que cursara estudios de medicina. Es transferido al desierto de Durango, donde pagará su inexperiencia y tendrá que empezar a convivir en un sistema donde la vista gorda, la "mordida" y las influencias para sacar de problemas a malcriados hijos de papá que faltan al respeto a la ley es el pan de cada día. Rojas se casa con Griselda (Zaide Silvia Gutiérrez), a la que deja embarazada y no tardará en liarse borracho con una prostituta drogadicta (Vanessa Bauche). Es disparado en una pierna por un conductor borracho y quedará cojo para el resto de la película. Su coche chatarrero falla justo cuando se dirige a salvar a su mejor amigo de unos traficantes de droga. El enfrentamiento final es inminente.







Quien espere con este argumento una ensalada de tiros y acción (aunque haya un poco de eso), que se olvide de verla. Quien conozca un poco la obra de Cox y busque la anarquía e irreverencia de Repo Man (1984), Sid y Nancy (1986) y Walker (1987), será mejor que busque en otro sitio (les aconsejo que no lo hagan en su reciente y lamentable Repo Chick, 2009, demostración palpable de que cualquier tiempo pasado fue mejor). Para El Patrullero, Cox apuesta por el realismo utilizando numerosos planos-secuencias que a veces duran varios minutos (la llegada a casa de Rojas tras su "noche loca" con la prostituta, donde el padre de Griselda está dormido viendo...Robocop 2 y el posterior cabreo monumental de Griselda solo aplacado cuando ve el dinero "ganado honradamente" por su marido) y que hoy en día se agradecen en una época como la nuestra donde la norma es efectuar numerosos cortes de plano por segundo. No es de extrañar que, como señalan algunos, en ocasiones recuerde los mejores momentos del Traffic (2001) de Steven Soderbergh, que eran las escenas en méxico con Benicio del Toro. Un Roberto Sosa presente en casi toda la película ayuda con su rostro naive a dar la inocencia que el personaje necesita para poco a poco tener rostro de desencanto. La frase con que Cox definió la película ("la imposibilidad de imponer el bien a la gente") queda retratada en un final implacable.


El Patrullero fue editada por Filmax en DVD, pero actualmente está descatalogada. En U.K. está editada por el BFI. Entre los extras, destacan un audiocomentario de Cox y O' Brien y un docmental retrospectivo. Pueden leer más sobre El Patrullero y Cox en este excelente y exahustivo post.

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