La Filmoteca del Terrario

viernes, 20 de enero de 2012

"PESADILLA EN ELM STREET: EL ORIGEN" para Ultramundo.

Hoy es día de comentar bodrios. Intentaron impulsar al pobre Freddy...para estamparlo contra la pared. Y eso que el director y "NeoFreddy" no estaban mal elegidos.

Pulse aquí para saber por qué.

"GIALLO" para Ultramundo

No es que uno sea muy taurino, pero alguien debía encargarse de torear y poner banderillas a este morlaco estrábico, patizambo y ¡¡¡feeeeoooooo!!! (que diría Elsa Pataky en este engendro). Adríán Esbilla le da la estocada. La gran Asia Argento se encarga de satisfacer los deseos de los críticos más furibundos del antaño grande Argento.
Para saber si hay algo que merezca la pena salvarse, vayan aquí.

martes, 10 de enero de 2012

LA SEMANA MÁS LARGA (2/1/12- 8/1/12)

OPERACIÓN DRAGÓN (Enter The Dragon, Robert Clouse, 1973) Las puertas de Hollywood se abrieron para Oriente en general y el cine de artes marciales en particular con la “entrada del Dragón” Bruce Lee en la película que le convirtió en mito del siglo XX. Con una trama a lo James Bond y con el blanco John Saxon y Jim “Cinturón Negro” Kelly para asegurarse así Warner la rentabilidad de la operación, la fuerza de la película son las hostias, frases contundentes (ojo a la clase al pobre chavalillo: “No pienses…¡siente!”), la banda sonora “patachula funky” de Lalo Schifrin el y carisma de su estrella en una retahíla de momentos cumbre que culminan con el homenaje a La Dama de Shanghai y que sostienen lo que podía haber sido una película de pura rutina. Calificada sin temor de Ciudadano Kane del género y con presencias legendarias de astros de las artes marciales como Bob Wall o Bolo Yeung, los “hijos” surgidos a raíz del éxito del film son incontables. Uno de ellos, Contacto Sangriento (el mejor de todos ellos), tendría no pocos vínculos en común Bolo Yeung aparte: “La tabla no devuelve golpes”.


300 (Zack Snyder, 2006) A favor de la cinta hay que decir que no comienza nada mal y que Zack Snyder no es un patán absoluto tras las cámaras. Si algo bueno tienen las películas que vi de él es que las escenas de acción pueden seguirse sin problemas y no tiene la tentación de montar 10.000 planos por segundo, que es la tentación supina de los manazas entrenados en las escuelas del videoclip a lo Michael Bay. Es de agradecer que haya sangre y vísceras, aunque sea una sangre digitalizada en exceso y hasta pechos, femeninos y masculinos. Lo malo todo eso no compensa las graves deficiencias de la película. A partir de la aparición de Leónidas (Gerard Butler y su barba) y de los restantes 299 culturistas, la película acaba haciéndose francamente insípida, alargada innecesariamente para lo que cuenta (toda la subtrama con la esposa), repleta de frases de epicismo del “todo a 1 euro” grandilocuentemente vacías y pensadas para que la juventud salga del cine citándolas verbatim y una sensación final de aburrimiento generalizado. Estilo visual frío y sobrecargado con toneladas de infografía que acaba devorando la película y del que se pueden rescatar planos aislados y poco más. Mucho ruido y pocas nueces para uno de los casos de hype condenados al olvido salvo en notas a pie de página más elevados que se recuerden y que sirvió para confirmar esa frase de que “En el país de los ciegos que es Hollywood, el tuerto es el rey”


PENTATHLON (Bruce Malmuth, 1994) Al bueno de Adolfo Lundgren le prometieron un presupuesto muy diferente del que finalmente se le ofreció para el rodaje de la película y acabó derecha al VHS en casi todo el mundo menos en España, donde acabó en cines. Historia de pentatleta alemán que huye a U.S.A. tras ganar el Oro Olímpico de Seúl 88 tras negarse a someterse a dopajes varios y que toca fondo en Los Angeles desentrenado, maldiciendo a todos y trabajando como camarero (ver a Dolph impotente cuando tres chavales de ghetto se burlan de él sin que éste pueda atraparles es impagable) para resurgir como el ave fénix entrenándose con su jefe de barra y listo para ganarse un puesto en las olimpiadas de Atlanta 96. Claro que no contaba con que su ex - entrenador neonazi le encuentre y quiera acabar con él. Pese a que las carencias de presupuesto hicieron mella en la cinta, ésta se deja ver gracias a la artesanía tras las cámaras de Bruce Malmuth (Difícil de Matar, encargado de enchufar la cámara para el jefe Stallone en Halcones de la Noche), el aire a serie B de acción de Guerra Fría de videoclub que respira y las escenas de Dolph en las últimas…aunque para estar su personaje desentrenado éste siga contando con la misma musculatura que cuando fue a Seúl. Anécdota: Dolph se entrenó con el equipo americano de Pentatlón para preparar su rol y acabó de líder del mismo en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. Como en el cine mismo.


DAME UN POCO DE AMOOOR! (José María Forqué, 1968) Un clásico del cine pop español de finales de los 60 con Mike Kennedy y compañía enfrentados (entre canción y canción) a un doctor a lo Fu-Manchú y a un maléfico francés con la inestimable ayuda de Tip y Coll como agentes y la hija del siniestro doctor, Shao-Ling. Combinando videoclips con esta trama de tebeo puro (en una escena con el cantante en el hospital aparecen hasta bocadillos de cómic), José María Forqué logró una entrañable cinta célebre por el final con animación revolucionaria de Francisco Macián en el que la imagen real quedaba convertida en dibujos animados, técnica después popularizada por Ralph Bakshi en su adaptación de El Señor de los Anillos. Los temas de Los Bravos siguen sonando estupendamente, Forqué se imbuye de psicodelia y pop-art y el resultado es simpatiquísimo, aunque uno prefiera dentro del género aquel Un, Dos, Tres al Escondite Inglés de Iván Zulueta que bien se merece una edición en DVD/Blu Ray decente.


MUERTOS DE RISA (Álex de la Iglesia, 1999) Confundida por muchos espectadores como una comedieta más tras ver al dúo protagonista, en realidad es la triste historia cargada de humor negro de dos personas condenadas a aguantarse hasta la muerte y más allá. Basada en anécdotas reales de dúos cómicos hispanos, gana mucho con la revisión a toro pasado, aunque la sensación que queda es de oportunidad desaprovechada por culpa de ciertas actuaciones equivocadas (Carla Hidalgo de indudable pechonalidad bien explotada por el director), gags burdos (Nino en las Olimpiadas, por muy bien metido que esté el recurso a lo Forrest Gump de meter a personajes de ficción en la realidad; el momento “hombre elefante” de Nino cuando se lo llevan arrestado) y altibajos de ritmo. Pero la labor de los secundarios como Eduardo Gómez como “el Pobre Tino”, Álex Angulo de manager o María Asquerino de “mamá Bates”, la soberbia banda sonora de Roque Baños, la mirada al mismo tiempo nostálgica y de mala leche de su director hacia tiempos pasados, la gran factura técnica de la cinta y la antológica y lúcida frase “esto del humor no tiene ni puta gracia” acaban ayudando a ver la botella medio llena al final de la película…aunque uno acabe sin saber qué hacía Cristo en un 600.

lunes, 9 de enero de 2012

"EL DECAMERÓN" para Ultramundo

La primera entrega de la "Trilogía de la Vida" pasoliniana comentada para Ultramundo. Por cierto, lo de los exploits que sufrió la cinta da para un artículo la mar de jugoso. Claro que me temo que habría mucha paja y poco grano que rascar en las películas.

Si busca fotos de gente de pelotas, busque en otro sitio, aunque algo se vea en el "juicio final". Si no, vaya AQUÍ.

martes, 3 de enero de 2012

"DRIVE" para Ultramundo

El título que más ríos de tinta está haciendo correr en los últimos tiempos. Obra maestra para unos, buena pero sin pasarse para otros, mala y sobrevalorada para el resto. Yo todavía sigo en estado de "arrebato". Un texto un poco más largo y corregido para Ultramundo que el que salió en La Semana más Larga. En cuanto salga el DVD o Blu Ray, tengo intención de ampliarlo un poco más para cuando toque revisarla.
Pise el acelerador AQUÍ.


lunes, 2 de enero de 2012

LA SEMANA MÁS LARGA (26/12-1/1/12)

LOS VIKINGOS (The Vikings, Richard Fleischer, 1958) Mucho antes del CGI, la pantalla azul y el ordenador, el cine de aventuras se rodaba a la vieja usanza: Localizaciones en exteriores, héroes viriles, sentido del “sense of wonder”, artesanía, barcos y extras “de verdad” y dinero bien invertido en fotografía, decorados, vestuario, etc. “Los Vikingos” es una de las cimas de ese cine que difícilmente volverá, con una fotografía sobresaliente de Jack Cardiff en exteriores noruegos, un trío masculino en estado de gracia (Janet Leigh es un bello adorno...y ya), una simple pero magnífica banda sonora de Mario Nascimbene e innumerables momentos memorables para escoger (mi favorito entre batallas, halcones que dejan tuertos a la estrella, brujas, asaltos a castillos caminatas entre palas de barco y jaurías de lobos es el epílogo rumbo al Valhalla con el sol de medianoche, luego fusilado en la cosa aquella de Richard Gere como Lancelot). Hecha casi casi al alimón entre el protagonista y productor Issur Danielovitch Demsky y Richard Fleischer, ideal para quienes seguimos siendo críos pese a todo.


COMPORTAMIENTO PERTURBADO (Disturbing Behaviour, David Nutter, 1998) La Invasión de los Ladrones de Cuerpos/ The Stepford Wives para nengs de la era “Scream”. Empezó siendo una película sobre conspiraciones al más puro estilo Expediente X (su director David Nutter dirigió varios capítulos de la serie) pero las chapuzas en el montaje por parte de la MGM la convirtieron en lo que nos ocupa: una más bien sosa y desangelada cinta que empieza bien exponiendo a los personajes, sobre todo Nick Stahl presentando al inexpresivo Marsden a los grupitos en los que se divide el instituto (los duros, los nerds, los “estudiantes sospechosamente perfectos”) pero pronto el déja vu y el progresivo desinterés acaban malogrando la idea. Más que a la juventud, uno prefiere echar un vistazo a los veteranos: Bruce Greenwood de villano, un William Sadler quasimodesco y el bueno de Steve Railsback añorando los tiempos en que veía a Mathilda May en pelotas en Lifeforce (El “Star Wars de los ochenta” decían Golan y Globus en la publicidad. Jojojo).

AGÁCHATE, MALDITO (Giú la Testa, Sergio Leone, 1971) Para muchos, “la peor” de Sergio Leone y es comprensible. Sin embargo, aunque quede a considerable distancia de sus hitos anteriores, tiene un buen número de set-pieces que compensan sus defectos: Juan (un inadecuado Rod Steiger en un papel en principio pensado para Eli Wallach) siendo humillado y atracando un carruaje de ricachones racistas, la presentación del revolucionario del IRA que encarna un gran James Coburn, el dúo estelar acabando con todo un ejército y volando por los aires un puente, los fusilamientos “goyescos”, algunas de las explosiones más contundentes jamás vistas, los trucajes con maquetas de trenes volando por los aires cortesía de Antonio Margheriti, un villano como sacado de las mejores películas sobre nazis (lo que permitió más de una lectura política, aparte de las revolucionarias), Steiger y su terrorífico descubrimiento en la gruta, una banda sonora sorprendente y hermosa de Morricone y el progresivo descenso desde la óptica cómica del principio hasta el trágico final nocturno, que prefigura Érase una Vez en América sustituyendo el opio con el que De Niro ensoñaba con un canuto con el que uno de los dos protagonistas se verá en el cielo con sus dos seres más queridos.


DRIVE (Nicolas Winding Refn, 2011) El Michael Mann más ochentero y el Walter Hill de The Driver han tenido un hijo y las gotitas del semen estaban impregandas de Tangerine Dream, Giorgio Moroder con los sintetizadores renovados y del espíritu del Vivir y Morir en Los Angeles de William Friedkin. Podría seguir buscando más referentes, pero de momento esos son los más importantes. En la era del CGI, del cine "neng", de los diosecillos entronizados de efímero reinado y de la falta de alma en el cine, llega un danés gafotas que, bebiendo de ricas y buenas fuentes (referidas con ironía por el personaje de Albert Brooks cuando recuerda su pasado de productor de cine de acción "arty"), no se propone reinventar argumentalmente el género, sino hacer un ejercicio de estilo sobre sustancia recordando ese tipo de cine...mientras logra el milagro de que parezca algo absolutamente novedoso.
 
Y ahí es donde entra el ESTILO. Un estilo del tamaño de la Catedral de Santiago donde una fotografía de Newton Thomas Siegel inundada de neón, iluminación azulada nocturna prodigiosa y gusto estético, una banda sonora hipnótica cortesía de Cliff Martinez y el grupo Kavinsky con los referentes arriba enunciados, un impecable montaje de Matthew Newman de una claridad impecable y un sonido digno de estudio (ejemplo claro: el atraco con Standard, la espera en el coche cronómetro en mano, el silencio y...el disparo. ¡Qué bote en la sala!) se unen para atrapar al espectador.
 
Qué curioso que, no siendo éste un film de acción típico "a lo Bruckheimer", acabe conteniendo las mejores escenas de "tiros, hostias y persecuciones" vistas en mucho tiempo. Da igual que sean breves: Por fin escenas de coches a toda hostia, embistiéndose y dándo vueltas de campana sin trampas, trucos ni cartones, aparentemente: Habría, en todo caso que pillar el Blu-Ray (compra justificadísima en este formato para poder apreciar el trabajo hecho en el film) para comprobarlo. Por fin escenas de disparos contundentes, de purito gore (porque aquí la sangre corre...y mucho. Y con tajadas que "no duelen"). Aviso para mentes políticamente correctas: de las hostias no se libran ni las "víbroras".
 
Un reparto magnífico con Brooks, Ron Perlman, Oscar Isaac de maridito y que, por fortuna, evita los clichés que su personaje ofrecía (celos y enfrentamiento con el conductor y tal), una deliciosa Carey Mulligan, la ciudad de Los Angeles, el mondadientes y los coches que encabeza un Ryan Gosling carismático a rabiar como "hombre sin nombre" del Siglo XXI ayuda a redondear la historia de un solitario del que poco sabemos en busca de un hogar, el "calor humano" y que encuentra su efímera felicidad en una chica y su hijo. Suya es, por cierto, la escena del año: ella, una bofetada, un ascensor, un matón, un estrechamiento de manos, un beso al ralentí (que aprenda otra gente cómo se usa este recurso como Dios, Buda, Alá o Seagal manda), una llave, un aplastamiento de cabeza vía "patapum p'abajo", un ascensor que se abre, un cruce de miradas, la bestia, la bella. Ella.