La Filmoteca del Terrario

viernes, 8 de abril de 2011

'"VIVIR Y MORIR EN LOS ANGELES": We're going this way



Decir que William Friedkin era "mercancía muerta" para Hollywood a mediados de los 80 es equivocarse en muy poco. Tras una serie de fracasos, el fin del "nuevo Hollywood" y sus geniales y vanidosos autores y estar en la "lista negra" de los estudios debido a su trato despótico en su época de máxima popularidad a gente que en los 70 no eran nada como Don Simpson o Michael Eisner y que en los 80 serían los amos del negocio convirtieron a Friedkin en un "dinosaurio" condenado a la extinción en plena era de los blockbusters. Intentó agraciarse con los estudios con El Contrato del Siglo (1983), comedia negra sobre el tráfico de armas que protagonizó el antaño famoso cómico y hoy casi olvidado Chevy Chase, pero la unión de dos mundos tan dispares acabó resultando un merecido fiasco del que pocos se acuerdan. Me temo que el propio Friedkin tampoco. Tras el desastre, Friedkin quiso "empezar de cero", como lo haría Martin Scorsese con After Hours (1985) y decidió rodar una cinta de bajo presupuesto en la que volvería al policiaco. Había llegado a sus manos una novela del agente de los servicios secretos de Estados Unidos Gerald Petievich en la que narraba sus aventuras durante sus años de servicio y se olió que había material para una película. El propio Friedkin se encargó de escribir el guión con un poco de ayuda de Petievich y logró que SLM Productions, un grupo de financieros, produjeran la película con MGM en tareas de distribución. Vivir y Morir en Los Angeles empezó a moverse.



Con un presupuesto modesto de 6 millones de dólares, Friedkin contrató a un reparto de desconocidos en aquel tiempo con la ayuda del director de casting de French Connection (1971) Bob Weiner. Para interpretar al protagonista Richard Chance eligió a un actor de teatro de Chicago llamado William Petersen, quien le recomendó a su amigo John Pankow para el papel de John Vukovich, compañero de Chance. Un Willem Dafoe que empezaba a destacar como secundario en Hollywood sería el villano falsificador de billetes Rick Masters. Las desconocidas Darlanne Fluegel y Debra Feuer (primera mujer de Mickey Rourke) serían las chicas respectivamente de Chance y Masters. Como abogado de Masters fue contratado Dean Stockwell. Y para redondear el reparto, señalar la presencia de John Turturro como Carl Cody, pieza clave que puede ayudar a Chance a dar con el paradero de Masters. Con un equipo técnico de desconocidos, exceptuando al director de fotografía Röbby Muller (Paris, Texas, 1984) comenzó el rodaje en localizaciones diversas de Los Angeles, con especial hincapié en zonas peligrosas infestadas de bandas de delincuentes con las que Friedkin (acostumbrado a lidiar con policías y mafia en anteriores rodajes) negoció para poder rodar sin problemas. Para la escena en la que Chance persigue a Carl Cody corriendo por el pasamanos de la cinta transportadora del aeropuerto de L.A., Friedkin tuvo sus más y sus menos con la seguridad del aeropuerto, preocupada por si Petersen se lesionaba durante el rodaje de dicha secuencia. Friedkin desistió ante los guardias...para poco después ordenar "motor cámara y acción" en secreto con Petersen corriendo por el pasamanos. Cabreo monumental de la seguridad y Friedkin se salió con la suya.



En líos más profundos se metió para la escena en que Masters falsifica billetes. Con el fin de buscar el máximo realismo posible, Friedkin contrató a un antiguo falsificador que enseñó a Dafoe cómo hacer su "trabajo" y que participó en planos en los que el actor no salía. Se produjeron un millón de dolares en billetes falsos para la escena y el equipo de rodaje intentó asegurarse de que fueran destruidos. El hijo de uno de los miembros del rodaje consiguió hacerse con unos cuantos billetes falsos para comprar golosinas y fue descubierto por el dependiente de la tienda, que llamó a la policía. Tres agentes del FBI interrogaron a Friedkin y éste ofreció proyectar la película a la Secretaría del Tesoro por si querían que cortase algo que pudiera poner en riesgo la seguridad del país. La cosa no pasó de ahí. Lo último que se rodó fue la gran persecución de coches por L.A., que necesitó de seis semanas de rodaje y un buen número de especialistas dispuesto a complacer a Friedkin en su intento de superar la célebre persecución de French Connection. Röbby Muller no sabía cómo fotografiar dicha escena y fue sustituido por el cámara de segunda unidad Robert Yeoman. Incluso el propio Petersen se animó a llevar el volante la mayoría de las veces pasándoselo en grande, para disgusto de John Pankow, cuyas reacciones de pánico fueron capturadas en celuloide. Vivir y Morir en Los Angeles se estrenó el 1 de Noviembre de 1985, recaudando 17,5 millones de dólares en USA, una cifra modesta en principio pero que superó ampliamente el presupuesto de la película. Hubo división de opiniones entre la crítica, pero en general se consideró que Friedkin recuperó algo del prestigio perdido en años pasados. Las excelentes ventas y alquileres en VHS y DVD y los pases televisivos la convirtieron en cinta de culto y hoy en día está considerada como uno de los mejores policiacos de los 80.



Algo que llama poderosamente la atención al ver la cinta, es la ambigüedad de los personajes. Richard Chance es en teoría el héroe con el que deberíamos sentirnos identificados. Pero nada es sencillo para Friedkin y las posible simpatías que pudiéramos tener por él se diluyen con su trato a Ruth (Darlanne Fluegel), ex-prostituta y recepcionista de un local de striptease con libertad condicional con la que se acuesta y que le proporciona información a cambio de no mandarla de nuevo a la cárcel y a la que trata con total indiferencia. Chance es un "adicto al subidón" que se tira haciendo puenting desde altos puentes y que ignora la ley y los límites éticos para vengar la muerte de su compañero Jimmy Hart (Michael Greene), muerto en acto de servicio mientras intentaba arrestar al escurridizo Masters. Una mentalidad bruta que choca con la de John Vukovich, bastante más respetuoso con la ley y con principios cuando rechaza delatar a su compañero para evitar una posible pena de prisión mucho menor por lo ocurrido en la persecución de coches. Rick Masters, siendo el villano de la función, es un personaje con su propio y peculiar sentido de la ética y que resulta ser un artista frustrado que trata su "trabajo" de falsificador como si de arte se tratara, como muestra la excelente escena al ritmo de la música de la muy recomendable banda new wave Wang Chung, que pone a la película en una capsula del tiempo concreta pero que no por ochentera resulta menos efectiva. Dos personajes que forman parte de un caleidoscopio mucho más amplio de traiciones, relaciones por interés y frialdad en un por contraste caluroso Los Angeles (curiosamente la película está ambientada en Diciembre y Enero, pero no vemos ningún signo navideño/invernal a la vista)



Claro que la película es un thriller y Friedkin complace al espectador. En una época donde el montaje rápido y el CGI mató a la estrella de acción, se agradece poder ver escenas de acción realistas hechas por uno de los "padres" del género. La famosa persecución automovilística que culmina en el carril equivocado de la autopista de L.A. es con toda justicia uno de los hitos del género y un trabajo brutal de los especialistas al que ayuda un eficaz montaje de Friedkin. Tiroteos brutales, peleas cuerpo a cuerpo donde (anti)héroes y villanos no son invencibles ni mucho menos, persecuciones a pie y momentos de tensa espera redondean una cinta con influencias de la estética Miami Vice, la propia French Connection adaptada a los 80 y hasta del videoclip de Self Control que Friedkin rodase para Laura Branigan (las escenas en el club donde baila el personaje de Debra Feuer) y que influiría en posteriores cintas como Arma Letal (1987), hasta el punto de plagiar la famosa frase "I'm too old for this shit" y ser el personaje de Martin Riggs (Mel Gibson) una versión esquizoide y exagerada de Richard Chance y en videojuegos como la saga GTA (especialmente en el Vice City: Tommy Vercetti entrando en la discoteca en su encuentro con el productor discográfico donde lo primero que suena es el Dance Hall Days de los Wang Chung...igual que en el encuentro de Chance con Ruth en el local de striptease). Cuando la película finaliza, nada debería sorprendernos si conocemos un poco el cine y la personalidad de Friedkin. Como señaló Jeremy Richey, del excelente blog Moon in the Gutter, el demonio Pazuzu aparece en su cine con más frecuencia de lo que parece. Y no solo en la película que figurará en su epitafio, como el propio Friedkin medio en broma medio en serio señaló.



Vivir y Morir en Los Angeles está editada en DVD y Blu Ray por MGM en España pero sin extras. En USA se editó una edición especial con comentarios de Friedkin, un cómo se hizo retrospectivo, una escena eliminada y un final alternativo que el estudio intentó imponer a Friedkin, afortunadamente sin éxito.




***Lo que acaban de leer es la versión corregida, mejorada y "profesionalizada" de esto. Los años, la madurez y la experiencia bloguera han dado como resultado este post superior.***

2 comentarios:

  1. No es un film desdeñable, eso seguro pero tiene todos los vicios estéticos de los 80 que aborrezco. Paradójicamente, otro film de similar pelaje/inspiración como es el "Hunter" de Mann me encanta...

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  2. Curiosamente Friedkin fue candidato a dirigir "Hunter", pero Dino De Laurentiis lo vetó. Justo después de esta película rodó la hoy muy olvidada "Desbocado" para Dino y se llevaban a matar. Recuerdo una entrevista en Fotogramas donde Dino calificaba a Friedkin de "muy arrogante y la arrogancia no me gusta".

    "Hunter" la vi en Calle 13 hace unos años y me gustó mucho. Curiosamente con el mismo protagonista que "Vivir...", "Grissom" Petersen.

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