La Filmoteca del Terrario

viernes, 12 de octubre de 2012

"El Terrario" se acaba. Abre el "TEATRO DE LA OSCURIDAD"

Pongo punto final a "El Terrario" para iniciar una nueva aventura bloguera, "TEATRO DE LA OSCURIDAD", que confío pueda actualizar más que éste terrario languideciente. Allí les espero.

Vayan AQUÍ.

miércoles, 8 de agosto de 2012

"FASE TERMINAL" para Ultramundo.



No es que "Ultramundo" se encuentre agonizando, sino que ése es el título del cortometraje dirigido por Marta Génova. Uno iba con miedos justificados, pero para mi sorpresa es un buen corto español de temática zombie.

Pequeña reseña AQUÍ.

El corto pueden verlo abajo:


martes, 7 de agosto de 2012

"JAQUE AL ASESINO" y "PRESA DE LA SECTA": Lambert moviéndose entre géneros.



El héroe de naturaleza dual en sus mejores tiempos. "Subway" de Luc Besson.

Para esta sesión doble, contamos con una de mis confesadas debilidades, ya sea protagonizando cochambrosas series B, apareciendo en estimables películas de "arte y ensayo" (porque sí, trabajó con Marco Ferreri, Claire Denis o Agnieszka Holland) o en notables películas de género. Llegada ya una edad donde no está ya para muchos "Inmortales" y disfrutando de una segunda juventud en lo personal con su noviazgo con Sophie Marceau, el bueno de Christopher Lambert es un nombre que a la mayoría le inspira terrores en vista de los numerosos bodrios que adornaron su presencia pero que a poco que uno rasque en su filmografía va encontrando películas estimables como Subway de Luc Besson (mi Besson favorito, dicho sea de paso), El Siciliano de Michael Cimino, Conspiración para Matar a un Cura de la ya mentada Holland, Nirvana de Gabriele Salvatores o, por qué no, esa Resurrección de su amigo Russell Mulcahy que asumiendo su naturaleza como plagio del Seven de David Fincher caba siendo la cinta más entretenida y demencialmente desvergonzada sobre "psicópata en serie". Aquí se comentan brevemente dos películas de la década de los 90 que, aun con sus fallos y momentos para la carcajada involuntaria, merecen que se les eche un vistazo.

Para cuando el bueno de Christopher Lambert comenzó a rodar la cinta que nos ocupa, su carrera andaba bastante maltrecha. Rechazar El Gran Azul para rodar El Siciliano con Michael Cimino le pareció una buena idea y así le fue con críticos y taquilla. Ser rechazado para encarnar a James Bond por aquello de que un francés con acento encarnando a un símbolo british sería demasiado para los ingleses tampoco ayudó en mucho a Lambert. Que sus cintas posteriores fueran muy mal de público y que su tabla de salvación pasase por hacer la tan solicitada secuela de Los Inmortales señalaba que quizás la gente no quería verlo en películas de autor, sino en fantasías de ciencia-ficción. Lo malo de verdad vino cuando los productores quitaron el control de la secuela a Russell Mulcahy alegando problemas de financiación y estropearon la película cosa mala. Así que a Lambert se le enciende la bombilla y piensa en producir e interpretar una de suspense y asesinos en serie en una época propicia para ello (principios de los 90, cuando Hannibal Lecter mandaba en las taquillas). Llevando consigo a su esposa por aquel entonces Diane Lane y fichando al resultón artesano de thrillers Carl Schenkel para mover la cámara, Lambert se apuntó un éxito moderado en Europa pero no así en USA, donde a excepción de Greystoke nunca terminó de triunfar.

Empecemos diciendo que lo mejor de Jaque al Asesino es ese delicioso prólogo over the top en blanco y negro expresionista acompañado por los sintetizadores de la gran Anne Dudley donde vemos el origen del psychokiller en cuestión, un Damien en potencia que será el encargado ya de adulto de jugar una muy peculiar partida de ajedrez con el ajedrecista Lambert en la que en vez de peones utilizará a chicas de buen ver las cuales asesinará y "dejará arregladas" de la misma manera. Schenkel debió de llevarse al lugar de rodaje un buen puñado de giallos italianos, porque se nota la influencia de estos en detalles como el de ver sólo los guantes negros del asesino o el utilizar pistas y sospechosos falsos. Aunque lo que no utilizó es la fotografía colorista y chillona de estos, sino oscura y tenebrista como buen centroeuropeo que era, con la ayuda del operador Dietrich Lohmann. Quien brilla en el reparto sin mucho esfuerzo es Lane, como siempre robaescenas y atractiva y que seguro que se lo pasó muy bien rodando la escena de cama con su marido por aquel entonces. Lambert y Tom Skerritt como detective cumplen sin más...y nos queda el rey de la función. Ni más ni menos que el mejor hermano Baldwin de la historia y desde ya uno de los iconos del Terrario: El bueno de Daniel, encarnando aquí al detective berzotas que la tiene jurada con Lambert y que nos regala más de un momento glorioso, como cuando empotra contra un cristal a Lambert y lo apunta con una pistola ante los gritos del estrábico francés. Huelga decir que su expresión atontolinada (por requisitos del guión) es la misma durante todo el metraje, que no es poco con su climax alargado en una noche de tormenta muy de "manual de tópicos de guionista novato".

Lástima que sin que pasen muchos minutos de película uno se huela quien es el asesino. Pecata minuta para un divertido thriller que Schenkel no debió tomarse muy en serio. Y Lambert puede que tampoco del todo, a juzgar por lo mucho que usa su arma favorita de interpretación: Esa sonrisa entre amable e irónica que crea complicidad entre los que nos cae bien.




Todo hombre de bien sueña en algún momento de su existencia con pegarse unas buenas vacaciones en Japón. O bien anda usted forrado de dinero o bien es usted un actor con cierto éxito y con un poco de suerte le llega a través de su agente un guión ambientado allá donde el llorado Tino Casal decía que "el dragón se ahogó en un mar de polución". Al bueno de Lambert le ofrecieron una historia en la que se enfrentaría con ninjas y no dudó en decir que sí. Sobre todo cuando vio que iba a tener que luchar menos de los previsto. Toda una rareza en una época como fue la de mediados de los 90 donde las cintas de ninjas en Hollywood ya habían pasado a mejor vida en las estanterías de videoclubs.

En un comienzo no muy alejado de “Lost in Translation”, vemos a un solitario hombre de negocios tomando una copa en un bar donde conoce a Joan Chen. Tras una buena sesión de gimnasia en el jacuzzi, llegan tres ninjas liderados por un John Lone ya acostumbrado en aquella época a ser el malo oriental oficial de Hollywood junto con Cary Hiroyuki Tagawa y proceden a decapitar a Chen. Lambert ve la cara al jefe, cosa mala porque nadie que ve su rostro vive para contarlo. Un "churikenazo" y nuestro Lambert sigue vivo de milagro y protegido por Takeda (Yoshio Harada, el mejor de la función), quien tiene cuentas pendientes con el jefe. El resto del film se lo pueden imaginar, entre huidas, muertes con flechas y katanazos, rencillas antiguas entre samuráis, la clásica sonrisa irónica de Lambert (menos utilizada que de costumbre) y un hombre de negocios que con cuatro lecciones de manejo de la katana se convierte en un guerrero más que aceptable.

Algo que llama la atención es la escasa participación de Lambert en las escenas de acción, donde se limita a escapar de los malos y a participar más bien poco en las peleas, que corren a cargo de Takeda y su troupe y en donde uno no puede dejar de reseñar la que acontece en el tren bala, correctamente filmada y con muertes por doquier de inocentes, borbotones de sangre y una ambigüedad en Takeda que se desvela un poco más tarde. El director y guionista J.F. Lawton (firmante de Pretty Woman y Alerta Máxima) prefiere dar mayor protagonismo a los secundarios japoneses antes que a un Lambert correcto y casi convidado de piedra durante toda la cinta. Lástima que decidiera que sería buena idea que el protagonista volviera a empuñar una espada como si de una nueva entrega de “Los Inmortales” se tratase  y la verosimilitud con la que llevaba la historia la mande gloriosamente a hacer gárgaras en un final que hubiera firmado gustosamente el mismísimo Bruno Mattei. Cosas de depender de una estrella. Un apropiado score del grupo Kodô, diálogos divertidamente tópicos (la conversación entre Joan Chen y un como siempre estupendo John Lone/Kinjo), Lambert haciendo el numerito en un salón de juegos, "nooooos" al más puro estilo Van Damme y flashbacks "de arte y ensayo" complementan un entretenido thriller que clamaba ser producido por Golan/Globus a comienzos de los años 80.



viernes, 3 de agosto de 2012

"LA CARRETERA" Y "J. EDGAR" para Ultramundo



Con bastante retraso, pero enlazo por aquí una reseña del mes de julio ocupándose de "La Carretera", la adaptación de la novela de Cormac McCarthy protagonizada por Viggo Mortensen. De más reciente hornada es mi comentario sobre el "J. Edgar" de Clint Eastwood, que con tanta indiferencia fue acogida...y de modo injusto.

Para irse a "La Carretera", vayan AQUÍ.

Si prefieren irse al FBI a saludar al entrañable Hoover, vayan AQUÍ.

domingo, 15 de julio de 2012

sábado, 30 de junio de 2012

"DARK CITY" para Ultramundo


Uno de los mejores títulos del género fantástico surgidos de finales de los 90 para acá es comentado como merece.

Tras tan breve introducción, lean el artículo AQUÍ.

miércoles, 27 de junio de 2012

"CIUDADANO KANE" para Ultramundo


Probablemente sea la película sobre la que más se ha escrito en la historia del cine, por lo que poco puedo aportar yo, salvo mi experiencia personal con la misma, mis momentos favoritos y la sección de curiosidades. Fernando Cuesta se ocupa del "cómo se hizo".

Para ver la disección al Ciudadano Welles, hagan clic AQUÍ.

sábado, 16 de junio de 2012

POLA X: A la lumiére




Nada me afecta más que la palabra “hermana”- Leos Carax.

Pola X es la película francesa más bella de los últimos 10 años- Jacques Rivette.



El clima de recepción con el que se encontraron Leos Carax y su Pola X en 1999 se puede resumir con la palabra “morbo”. Habían transcurrido 8 años desde que Los Amantes del Pont Neuf (Les Amants du Pont Neuf, 1991) dejasen tras de sí varios productores arruinados, unas cuantas relaciones personales (Juliette Binoche) y profesionales (el actor y “alter ego” Caraxiano Denis Lavant, el director de fotografía Jean Yves Escoffier) dañadas y la por aquel entonces imparable carrera de su realizador con Boy Meets Girl (1984) y Mala Sangre (Mauvais Sang, 1986) hecha añicos. Los incontables problemas de producción que tuvo el último capítulo de la "Trilogía de Alex" junto con los otros dos títulos señalados y una de las cimas de los años 90 están perfectamente resumidos en el documental Enquête sur un film au-dessus de tout soupçon, incluido en el DVD editado por Avalon para la Filmoteca FNAC, por lo que no será necesario referirme a ellos. Tan mala estaba la situación para Carax que cuando Juliette Binoche ganó el premio César por Tres Colores: Azul (Trois Couleurs: Bleu, Krysztof Kieslowski, 1992) pidió en su discurso de aceptación del premio que los productores franceses permitieran trabajar a su ex novio. Durante seis años, Carax se dedicó a viajar por el mundo, en especial la zona de los Balcanes, intentó poner en marcha algún que otro proyecto (entre ellos, uno con Sharon Stone; la diva rubia estaba asqueada con la adicción compulsiva de Carax por el tabaco) y se dedicó a escribir una adaptación de su libro más querido.



Leos Carax descubrió Pierre o las Ambigüedades de Herman Melville a los 19 años, la época en que escribía alabanzas para Cahiers du Cinema a Rocky II (1979) y La Cocina del Infierno (Paradise Alley, 1978), ambas de Sylvester Stallone. Un tipo listo Carax: él ya veía en Stallone a un autor a descubrir. Cada cierto tiempo releía la novela de Melville con la idea de adaptarla para el cine. Fue justo en su época de ostracismo en los 90 cuando se decidió a realizarla. El problema estaba en encontrar a los “locos” que quisieran apostar por él. Su productor habitual Alain Dahan había fallecido y su mala fama como despilfarrador y realizador “atípico” a la hora de acometer un rodaje pesaba mucho. Finalmente, el productor Bruno Pésery decidió apostar por Carax. Claro que no contaban con mucho dinero, que decidieron invertir en tres semanas de rodaje donde convencieron a los técnicos y actores que trabajasen por lo mínimo mientras buscaban nuevos inversores. 



El Festival de Cannes vino al rescate al ofrecer a Carax que realizase una “postal” en forma de cortometraje mediante el cual iría informando sobre detalles de su nuevo proyecto. Un cortometraje sin título que precisamente se llamaba Sans Titre que se encuadraría en los fastos del 50 aniversario del certamen en 1997. Lo que Carax entregó puso multitud de interrogantes entre el público que lo vio: imágenes antiguas del festival, desastres naturales, una metafórica escena con Carax luchando por ascender unas escaleras, recuerdos personales y posiblemente dolorosos del realizador, imágenes de dos de las películas favoritas de Carax, Y el Mundo Marcha (The Crowd, King Vidor, 1928) y La Noche del Cazador (The Night of the Hunter, Charles Laughton, 1955), una foto en brevísimo plano en recuerdo a Dahan una vez pasados los créditos y escenas de su nuevo proyecto: Pola X. Quien pensase que el director iba a domesticarse tras Los Amantes… se había equivocado. Pueden ver el corto justo abajo.



Unos inversores alemanes y japoneses decidieron invertir en la película y a partir de ahí todo se desarrolló normalmente y sin incidentes ni desfases presupuestarios. Sin Denis Lavant ni Juliette Binoche, los nuevos musos de Carax serían un Guillaume Depardieu buscando alejarse de la sombra de su padre y sobre todo la actriz rusa Yekaterina Golubeva, habitual del cine de Sharunas Bartas (quien por cierto tiene un papel como líder terrorista en Pola X) que se convirtió en el futuro en la mujer de Carax. Golubeva falleció tristemente en 2011. Catherine Deneuve aportó su prestigio y su aún bien conservado físico para ser la madre de Pierre/Depardieu. El director de fotografía Eric Gautier sería el sustituto de un Escoffier en plena carrera internacional mientras que para la primera banda sonora propiamente dicha para un film de Carax fue fichado el mismísimo Scott Walker, quien contribuyó con un par de bellos temas sinfónicos, un popurrí industrial y el tema Cockfighter de su álbum de 1995 Tilt



Cannes 1999 fue donde se estrenó con inevitable polémica Pola X, sobre todo por una escena de sexo explícito de posible carácter incestuoso. Carax asumió a la perfección su pose de “auteur maudit” en el festival. Pola X fue un fracaso crítico-comercial que dejó K.O. hasta a los seguidores del director, con algunas excepciones como la de Jacques Rivette señalada arriba. El montaje predilecto de Carax de tres horas de duración se estrenó en televisión en formato miniserie de tres capítulos para la cadena franco-alemana Arte. Los 8 años transcurridos entre Los Amantes... y Pola X pasaron a ser 13 (con el segmento Merde para el tríptico Tokyo! entre medias como nota más destacable) con la llegada de Holy Motors, donde Carax ha vuelto a armar ruido en Cannes para bien. Esperemos que sirva para que pueda realizar films con mayor regularidad.



Pola X (expliquemos ya el título: “POLA” corresponden a las iniciales de Pierre O Las Ambigüedades y la “X” se refiere a que se rodó la décima versión del guión) comienza con añejas escenas provenientes de archivode bombarderos destruyéndolo todo a su paso, en especial tumbas. Con ellas se nos explica cómo fue arrasada por el fantasma de la guerra la región de Isabelle, pero así debía tener también el ánimo Carax durante sus años de sequía y a la hora de filmar la película. Si sus tres películas pretéritas eran más de “poesía” que de “prosa”, por así decirlo, aquí ocurre justamente lo contrario. El nexo en común con ellas es que Carax sigue explorando el “amour fou” en su vertiente más morbosa: la de un posible incesto. Un “downward spiral” que diría Trent Reznor en el que acompañamos al atribulado Pierre del paradisíaco y soleado ambiente burgués de su chateau hasta el infierno físico y mental, donde en vez de encontrar la tan ansiada “verdad” que le permita escribir una gran novela y no un producto de moda se encuentra con la mugre. Un viaje imperfecto en su narración debido quizás a la poda de metraje pero que una vez finalizado acaba perdurando en el recuerdo.



En buena parte de la primera mitad de metraje, nos encontramos en un mundo de opulencia donde Pierre y su madre Marie parecen tener algo más íntimo de lo deseable, en vista de que ambos se llaman “hermanos” entre sí y de que Marie siente celos ante la inminente boda de Pierre y Lucie (Delphine Chuillot). Otro que siente celos es Thibault (ajustadamente repulsivo Laurent Lucas), quien junto con Pierre y Lucie forman “los tres inseparables” y que parece tener demasiado afecto por Pierre en su abrazo con éste en el bar. Entra en escena una misteriosa chica con melena negra larga y acento del Este que cubre su cara casi por entero y con pinta de desaseada que acecha a Pierre. Cuando por fin se encuentran, ésta revela que se llama Isabelle y es su hermana, producto de las andanzas del difunto padre de Pierre como diplomático por el Este de Europa. Éstas revelaciones y su pasado son contadas en la oscuridad de los bosques en un monólogo de más de cinco minutos de duración para alucine del pobre Pierre. Los secretos familiares son descubiertos a hachazos y Pierre parte para París en compañía de Isabelle y dos acompañantes, madre e hija. 


Rebotando de hotel en hotel de mala muerte (la de la niña), Pierre e Isabelle acaban en un almacén en el puerto donde se encuentran unos terroristas músicos de rock industrial. Es en esta segunda mitad donde las cosas se vuelven más oscuras y en donde harán acto de presencia Lucie y Thibault al tiempo que la mente de Pierre va degenerando poco a poco hasta llegar a la “traca final”. Ojo a cómo va mutando su aspecto de joven pijo bello a kurtcobainesco. Un Guillaume Depardieu cómplice con Carax en la que probablemente sea su mejor interpretación consigue hacernos creer su lento pero inexorable deterioro mientras que el mejor cumplido que se le puede hacer a Golubeva es que si alguien nos dijera que la actriz fue realmente criada en los bosques como su personaje en la película, nos lo creeríamos a pies juntillas.


Con la ayuda del equipo técnico, Carax logra otra vez más crear escenas y momentos de impacto como el “viaje” en motocicleta de Marie con su caída y moto que va dando vueltas incontroladamente mientras se dirige a una Deneuve yaciente, Pierre destrozando los retrovisores de una hilera de coches con la iluminación amarillenta de las farolas, la ensoñación de Pierre en la que él e Isabelle se besan apasionadamente en un mar de sangre, la presentación del “grupo” (nunca mejor dicho) terrorista con su líder de director de orquesta de una banda de guitarras eléctricas, sintetizadores y martillos golpeando yunques, la explícita escena de sexo sin trampa ni cartón en plena oscuridad entre Pierre e Isabelle o los últimos 10 minutos de pura locura.


Impactante en su primera visión, con defectos visibles en revisionados sucesivos, Pola X no es un título fácil de comentar ni es apta para todos los públicos, pero aquellos que estén abiertos a todo tipo de experiencias en el cine tendrán en éste un título idóneo a la hora de debatir. Sólo por lograr que pasase semanas pensando en la película desde que la vi por primera vez y por venirme a la mente muy de vez en cuando ya ha conseguido mucho más que otros títulos quizá mejores pero de poco poso. Sólo lamentar su inexistente distribución en España al margen de festivales y que Carax no recurriese de nuevo a Bowie como en su “Trilogía de Alex”. Quizás porque el I’m Deranged ya se lo había pedido David Lynch para su Carretera Perdida (Lost Highway, 1997).





"Para mis tres hermanas"


jueves, 14 de junio de 2012

"UN DIOS SALVAJE" para Ultramundo


La última película de Roman Polanski, a la espera de que a finales de año ruede su visión sobre el "Caso Dreyfus", resulta ser contra pronóstico su mejor película desde La Muerte y la Doncella. Curiosamente ambas tienen orígenes teatrales y emplean a escasos actores.

Para leer la reseña, vayan AQUÍ.

sábado, 9 de junio de 2012

"LOS INVASORES DEL ABISMO"/ "TELÉFONO MORTAL": el "cut and run" de Ruggero Deodato.



"Un día estaré ante Dios. Me dirá "tú eres el que dirigió Holocausto Caníbal". Pondré mis manos en oración, diré "sí"...y a esperar"- Ruggero Deodato, un hombre a los caníbales pegado.
Pese a que cultivó prácticamente todos los géneros, Ruggero Deodato será recordado principalmente por su labor en el cine de caníbales italiano, que por cierto su amigo Eli Roth tiene firme intención de homenajear con el estreno el año que viene de The Green Inferno. Concretamente ¡Mundo Caníbal, Mundo Salvaje! (Ultimo Mondo Cannibale, 1976)  y sobre todo Holocausto Caníbal (Cannibal Holocaust, 1980) son las películas por las que más le preguntan y que son objeto de debates eternos por los motivos más variados. El propio Deodato intentó descolgarse de la etiqueta de "monsieur cannibal" en un "cut and run" hacia otros géneros, sin conseguirlo. Pese a que pasó años anunciando su retorno al subgénero con Cannibals, todo parece indicar que tal película no se llevará a cabo al menos por ahora, centrando el director sus esfuerzos en una secuela de House on the Edge of the Park (me niego a llamarla por el “spoileresco” título hispano) que ya no contará con la presencia del fallecido David Hess.

Deodato & Eli Roth
Como comento en el párrafo anterior, en la trayectoria de Deodato nos encontramos con cintas de todos los géneros: desde el thriller sexual con Oleada de Placer (Una Ondiata di Piacere, 1975) hasta el polizziotesco con Uomini si Nasce, Poliziotti si Muore (que no he podido ver aun, pero que Deodato considera su segunda mejor película tras Holocausto) pasando por el cine de bárbaros con la muy entrañable Los Bárbaros (The Barbarians, 1987) a mayor gloria de los gemelos culturistas Peter y David Paul, su retorno a la selva sudamericana con Cut and Run (1985) el slasher a lo Viernes 13 con Camping del Terror (Camping del Terrore, 1987)…una filmografía muy interesante, con sus títulos recomendables, mediocres y en algunos casos espantosos, pero que no debe reducirse a su cine de caníbales. En este post se comentan brevemente dos títulos que no son grandes películas ni pretendieron nunca serlo, pero que funcionan a pesar de sus defectos.

Los Invasores del Abismo (I predatori di Atlantide, 1983) es un título por el cual Ruggero Deodato no mostró nunca un particular interés, tal como podemos leer en la entrevista que concedió al imprescindible Quatermass dedicado al fantástico italiano “Es una co-producción con Filipinas, donde se rodó. La recuerdo gratamente y la hice porque después de Holocausto no era fácil encontrar trabajo para hacer películas realistas y dado que la mayor parte del público la consideraba de horror, ¿por qué no? Démosle horror y fantástico. Yo debo comer, ¿no?” (“Ruggero Deodato, En busca del realismo perdido”, José Manuel Serrano Cueto, Quatermass Nº 7 p. 141). A pesar de que pueda parecer que Deodato se enfrentó al encargo con desgana, nada más lejos de la realidad: el director italiano imprime energía a la película justo con la aparición de los atlantes motorizados, sacados no ya del Mad Max original, sino de la imitación italiana más casposa y barata.





Ambientada en el Miami del futuro (el año 1994) esta historia de la Atlántida resurgida de las aguas por la energía nuclear de un submarino hundido es autoconsciente de su desvergüenza y que promete, entre otras cosas: entrañables efectos especiales de saldo como esos disparos lásers, escenas prestadas de otras cintas para simular olas gigantescas y esa Atlántida en el tramo final de la cinta que se nota a mil leguas que es una chapucera maqueta; actuaciones que no son del Actor's Studio precisamente (aunque ¡qué más da!), destacando al protagonista Christopher Connelly, actor televisivo que no tardó en apuntarse en todo tipo de divertidos subproductos a la italiana en su declive y a su “compañero de armas” Tony King, ex-jugador de fútbol americano convertido al islam y cuyo personaje comparte religión hasta el punto de estar obsesionado en que lo llamen Mohammed y no Washington, su nombre de nacimiento; un reparto donde nos encontramos a “sospechosos habituales” del género como Ivan Rassimov, George Hilton o el futuro director Michele Soavi (Aquarius, El Engendro del Diablo, Dellamorte Dellamore);  “Homenajes” a títulos como Asalto a la Comisaría del Distrito 13 (Assault on Precint 13, John Carpenter, 1976) o La Noche de los Muertos Vivientes (Night of the living Dead, George A. Romero, 1968) con los atlantes/zombies atacando a los héroes en una casa abandonada mientras éstos se defienden a cócteles molotov que besan antes de lanzarlos; decapitamientos efectivos a los atlantes motoristas y escenas de acción que sirven de refresco al espectador aburrido en estos tiempos habituales de abuso del ordenador. En concreto, la que acontece en el autobús perseguido por el helicóptero, donde los especialistas se juegan el tipo de verdad sin trampa ni cartón.



Todo ello rematado por una banda sonora de Guido y Maurizio de Angelis (firmando los dos hermanos con el seudónimo de Oliver Onions) donde destaca sobremanera el tema “Black Inferno”, pegadiza coplilla a ritmo de sintetizador que abre y cierra un título al que le podemos achacar los defectos que ustedes quieran, pero que sorprendentemente acaba adelantando a buena parte de los cada vez más aburridos blockbusters de Hollywood, aunque sea a costa de su desvergüenza.

El siguiente título que nos ocupa sí que goza de mayores simpatías por parte de su director, Teléfono Mortal. Aunque uno prefiera el título original italiano, Minaccia d’Amore (Amenaza de Amor). Vuelvo al Quatermass anteriormente citado: “Es la película fantástica mía que más me gusta porque fue un desafío hacerla. Había que contar una historia donde el protagonista asesino es un teléfono, sí, un aparato telefónico. Un bello reto, ¿verdad? El teléfono se enamora de una joven y acaba con la vida de quienes la rodean. Me divierte mucho hacer películas difíciles donde hay que arriesgarse con la técnica” (p. 142). Es lógico pensar que la historia así contada sea demencial, pero lo cierto es que contra todo pronóstico funciona, siempre y cuando el espectador sea consciente del delirio.

Para protagonizar la película, Deodato contó con Charlotte Lewis, una actriz británica de talento inversamente proporcional a la espectacularidad de su cuerpo que tras lograr el papel de la princesa en la desgraciada Piratas de Roman Polanski y ser la partenaire de Eddie Murphy en El Chico de Oro (The Golden Boy, Daniel Petrie, 1986) se dedicó a vivir la vida loca con amorcillos como Charlie Sheen y Mickey Rourke hasta caer en el olvido hasta hace relativamente poco, donde volvió “al candelabro” tras acusar a Roman Polanski, en pleno culebrón suizo, de lo que pueden imaginarse antes, durante y después del rodaje de la mencionada Piratas. La buena mujer en su “actuación” como la modelo Jenny Cooper lidia como buenamente puede escenas como la de los orgasmos en la bañera o siendo atada por los cables telefónicos en el clímax final, en una pose idónea para protagonizar una portada de revista dedicada al bondage. Lamento informar de que no se la ve nada, salvo un mísero pezón; quien quiera “verla mejor”, que vaya a Google o intente ver Men of War, apreciable vehículo al servicio de un Dolph Lundgren en plan “mercenario con corazoncito” con guión de ¡John Sayles!

Abundan las escenas inolvidables: los planos de la habitación donde se encuentra el ente, de un esteticismo ochentero y fotografía azulada que haría las delicias de los Adrian Lyne y Alan Parker más esteticistas;  los planos subjetivos del teléfono moviéndose poco a poco en el piso de la fotógrafa amiga de la prota, que huelga decir que acabará como el rosario de la aurora; Jenny y su amigo Riccardo (Marcello Modugno, clon de un joven Nicolas Cage) encuentran en el aeropuerto a Irving Klein (William Berger), profesor experto en temas paranormales para que intente dar una solución a todo el embrollo…para que “misteriosamente” le explote el marcapasos en todo el “esplendor gore”; Jenny es acosada en la estación de metro por un violador y salvada por el ente, que lanza al macarra monedazos desde una cabina telefónica. Queda claro que Deodato acompaña al espectador en sus carcajadas y en el cachondeo (véase el epílogo, con una “cabronesca” Lewis sentenciado a su ex novio), pero lo curioso es que gracias a su labor Minaccia d’Amore acaba superando sus deficiencias. Repito, siempre que seamos conscientes de su naturaleza.   



"LOS MERCENARIOS" para Ultramundo


Un mega artículo sobre la película de acción que más ríos de tinta provocó en muchos años. Aparte del comentario crítico donde se reparten alabanzas y palos cuando hay que darlos, tienen un repaso a las circunstancias que rodearon su preparación, rodaje y estreno. Y de propina, un vistazo a "Los Mercenarios 2".

Pónganse negros como Drácula aquí.

miércoles, 30 de mayo de 2012

"SENGOKU JIEITAI (Eclipse en el Tiempo)" para Ultramundo

Mi contribución al especial de cine asiático de "Ultramundo" es un título inédito en DVD en España y que merece la pena ver: "Sengoku Jieitai", "Time Slip", "G.I. Samurai" o "Eclipse en el Tiempo", como prefieran ustedes llamarla. Aún con sus defectos, harto recomendable.

Para irse al Japón feudal, vayan AQUÍ.

viernes, 18 de mayo de 2012

Making Of (y minireseña) de "HALLOWEEN: RESURRECTION" para Ultramundo


Diversos motivos impidieron que me prodigase más por aquí, pero retomamos con ahínco la labor crítica. Antes, el parte informativo: la página de Facebook del Terrario será suprimida en un mes aproximadamente. Para ponerse en contacto conmigo a través de Facebook, esa red social valiosa cuando es bien utilizada, tienen arriba del todo en la parte izquierda un enlace a mi perfil. Serán bienvenidos aquellos familiarizados con el blog y/o aquellos que deseen intercambiar opiniones sobre cine o cultura en sus diversas manifestaciones. Allí iré poniendo, entre otras cosas, nuevas entregas de "La Semana más Larga", esa sección huérfana desde ni se sabe cuando. A ver si le doy un nuevo impulso. También tienen el "tuinter" en la parte izquierda del blog, si desean seguirme allí.

Claro que la "rentrée" después de 15 días se produce con un bodriete del que pocas cosas se pueden rescatar. Menos mal que Dani Rodríguez en la labor crítica y Miguel Díaz en el comentario sobre escenas eliminadas y finales alternativos me acompañaron en este viaje a la mediocridad. Mi parte en este "ménage a trois" es la que corresponde al making of y comentario que le sigue.

Para ver si se puede salvar algo del desastre, clic aquí.

martes, 1 de mayo de 2012

"EL LUCHADOR" para Ultramundo


La resurrección de Mickey Rourke comentada. Confiemos en que la crítica tenga éxito aunque sea por demostrar con foto que Marisa Tomei mejoró muchísimo desde los tiempos de "Mi Primo Vinny".

Suba al ring aquí.

jueves, 26 de abril de 2012

"EL CUARTO PROTOCOLO" para Ultramundo


Un entretenido thriller de los 80 con sabor a añeja "guerra fría" con la sección de curiosidades a cargo de Fernando Cuesta.

Activen el cuarto protocolo AQUÍ.

sábado, 21 de abril de 2012

"EL CONDE DRÁCULA" (revisado) para Ultramundo


Hace ya algún tiempo publiqué en este blog un comentario sobre la adaptación de "Drácula" acometida por Jesús Franco. Una adaptación que se jactaba de ser fiel a la novela de Bram Stoker, fallecido justamente hace 100 años. En conmemoración de esta efemérides, he revisado y ampliado mi post con destino a Ultramundo.

Pónganse negros como Drácula, que diría Mickey Rourke en "Los Mercenarios" e hinquen el diente aquí.

viernes, 20 de abril de 2012

"MARGIN CALL" para Ultramundo

Mi nueva reseña para Ultramundo se centra en un más que interesante título centrado en las primeras horas de la crisis económica mundial en la que nos encontramos en estos momentos. Con decirles que Kevin Spacey y Jeremy Irons vuelven a ser actores después de años metidos en mediocridades varias, ya pueden imaginarse si merece la pena echar un vistazo a la cinta. Aparte de la reseña de la película, también tienen "making of" y comentario sobre el DVD.

Para leer todo esto, hagan clic AQUÍ.

viernes, 13 de abril de 2012

Making of "JASON X" para Ultramundo

En este Viernes 13 tan encantador, nada mejor que revisar las andanzas de Jason Voorhees por el espacio sideral. Miguel Ángel Muñíz Menéndez disecciona por la barba la cinta mientras servidor cuenta el anecdotario y curiosidades de rigor.

Despeguen a machetazos aquí.

lunes, 9 de abril de 2012

Un repaso corto a la larga carrera (oficial) de Prince Rogers Nelson (2001-2010)

THE RAINBOW CHILDREN (2001) Una vez "de vuelta" con su nombre y tras entretenerse durante el año 2000 en publicar temas por Internet y estudiar la Biblia con los Testigos de Jehová, Prince decide volver a sus raíces funkys y jazzies. Pero no será en un álbum convencional, sino en su propia oda a la secta contraria a las transfusiones de sangre. De eterno debate por el contenido de las letras y tildado de obra maestra/bodrio dependiendo al fan de Prince que pregunte, para mí un grandioso disco donde el de Minneapolis aparta las "maquinitas" y vuelve a un sonido más orgánico para un álbum conceptual sobre la eterna lucha entre el bien y el mal. Aunque bien podría haberse desprendido de la voz del narrador distorsionada que recorre el disco, en él encontramos temas de elevada calidad del calibre del homenaje a James Brown (y van...) The Work Pt.1, experimentos afortunados como Digital Garden, la pegadiza y reminiscente del Erotic City 1+1+1 is 3, las baladas con clase Muse 2 the Pharaoh y Mellow, el tema romántico dedicado a su nueva mujer Manuela Testolini She Loves Me 4 Me, la energía reivindicativa de Family Name, la marchosa reflexión sobre sí mismo The Everlasting Now (impagable el momento en el que la voz aflautada de un fan dice que ojalá Prince volviera a hacer música como la de antes...para ser respondido con un sonoro hostión) y, como colofón, el épico The Last December que forma parte de una especie de trilogía junto con Purple Rain y Gold con estructura parecida a la de estos dos temas. ¿El último disco redondo del todo del pequeñín? Quizás. La posterior gira One Nite Alone que quedaría registrada en un triple CD y un DVD en Las Vegas devolverían bastante prestigio a Prince con más de uno apuntando a un posible comeback por todo lo alto de cara a un futuro cercano.

MUSICOLOGY (2004) Don't u miss the feelin' music gave ya/back in the day? La pregunta era bastante apropiada en los tiempos más basurescos musicalmente hablando para la generación criada por American Idol, O.T. o la MTV de ahora, críos que en la mayoría de los casos no se preocupan del glorioso pasado musical en el que vivían sus padres, y no sólo de música negra me temo. También es bastante posible que la pregunta se la hiciera a sí mismo y estuviera cansado de tanta independencia publicando discos instrumentales y canciones por Internet  y de ser "agua pasada". Así que, aliándose con Columbia Records y con temas comerciales y de confección artesanal old school, parecía que estábamos de vuelta a 1984 cuando Prince era el que cortaba el bacalao. Un gran triunfo en ventas como nunca tuvo desde Diamonds and Pearls, actuaciones estelares en los Grammys y el Hall of Fame y una gira histórica le inscribieron en la leyenda. Los highlights incluían temas tan animados como Musicology o Life O' The Party, buenas canciones rockeras como A Million Days o Cinnamon Girl, baladas como en los viejos tiempos del calibre  de Call My Name (otra oda a Manuela Testolini) u On The Couch, recuerdos del Sign O' The Times como What Do U Want Me 2 Do?, reflexiones sobre la era Bush y el mundo en general como Dear Mr. Man (lástima que se haga corto el tema) y el brillante cierre acústico Reflection. Un ejercicio nostálgico y triunfante en lineas generales.

3121 (2006) Y después de ser declarado oficialmente una leyenda y sin nada que demostrar a estas alturas, ¿a vivir de las rentas sin esforzarse? Pues sí. O no, al menos en este caso en particular. Otros 12 temas como en Musicology destinados a triunfar aunque con algo más de riesgo como puede atestiguar el single Black Sweat, una vuelta a la máxima de menos es más de Kiss y que, sin llegar a la altura del tema ochentero, sí que acaba resultando un buen homenaje al sonido Minneapolis. Contra todo pronóstico, el tema latino Te Amo Corazón que en un principio prometía descojone a su costa acaba resultando una agradable sorpresa. Himnos rockeros como Fury, el elegante sobrante de Musicology Satisfied, el dueto con el proyecto de estrella Tamar (a la que las lenguas viperinas achacan el divorcio de Prince con Manuela Testolini) en Beautiful, Love & Blessed, el muy superior remix del tema de desamor publicado originalmente en Internet The Dance, la divertida Lolita, el r&b de probada eficacia The Word, el muy groovy tema que da título al disco o el cierre apocalíptico a ritmo de funky juguetón Get on the Boat son lo más destacado de un disco que gana con el tiempo y con el que su autor logró ser número 1 en ventas después de mucho tiempo. Concretamente desde Batman en 1989.

PLANET EARTH (2007) Y tras seguir siendo una leyenda, ¿a vivir de las rentas sin esforzarse? Ahora sí que sí, aunque Prince no olvide su toque de contestatario de la industria musical al regalar el disco en Gran Bretaña a través de un periódico. Y miren que el pequeñín tenía toda la buena intención del mundo con temas como Planet Earth, Mr. Goodnight, The One u Wanna C, Future Baby Mama o Resolution. Pero éstos resultan fallidos y/o muy flojos en lineas generales. Añadan que el single Guitar es pasable siendo benévolo y ya podemos añadir el álbum a la categoría de "poco recomendable". No obstante, cuatro son las joyas que hay que rescatar, empezando por la balada old school Somewhere Here On Earth, donde es imposible resistirse al falsete del de Minneapolis. O la demasiado corta para mi gusto All the Midnights in the World. O el funky de alta categoría Chelsea Rodgers. O el mejor tema del disco y retorno rockero con Wendy & Lisa Lion of Judah, el cual justifica por si solo la compra del mismo. Desde ya, clásico inapelable de Prince. El libro de fotografías + CD de sus actuaciones en Londres 21 Nights-Indigo Nights resulta ser de lo más destacable de esta época, aunque sólo aquellos sobrados de recursos económicos puedan permitirse el capricho.

LOTUS FLOW3R/ MPLSOUND (2009) Sin aprender de su fiasco con Crystal Ball, Prince insiste en Internet para vender otro triple CD aunque aquí comente dos al ser el tercero, Elixir, de su protegida y amante Bria Valente (tampoco se pierden mucho, la verdad). Otro fiasco en la red de redes que sirve para que sus fans se reboten aún más con él entre esto y su absurda política de censurar videos y actuaciones suyas por portales de videos. Ciñéndonos a la música, Lotus Flow3r es algo mejor que lo ofrecido en Planet Earth aunque tampoco sea para tirar cohetes. Encontramos gran calidad en su versión de Crimson & Clover, la excelente 4ever, la reminiscente de Purple Rain Colonized Mind, la infravalorada Love Like Jazz, el divertido $ o el homenaje a Hendrix que supone Dreamer. Aparte de eso, poca chicha que sacar salvo por temas que mejoran en directo como Feel Good, Feel Better, Feel Wonderful. El resto, manifiestamente mejorable. Como lo es el MPLSound, bienintencionado homenaje a sí mismo y al sonido que popularizó pero que acaba siendo un disco previsible y hecho sin energías creativas en lineas generales que hace bueno al Planet Earth y todo.

20TEN (2010) Y para cerrar esta serie de posts, otro retorno al sonido Minneapolis bastante más afortunado que MPLSound, concretamente a la era 1999. El aficionado más nostálgico posiblemente disfrute joyas como el inicio movidito con Compassion, la pseudosecuela de The Beautiful Ones Future Soul Song, enormes alegrías como Sticky Like Glue que bien podría haber sido un estupendo single, el falsete principesco en todo su esplendor en Walk in Sand y Sea of Everything o el Everybody Loves Me que bien podría haber sido una cara B del Controversy. El resto no pasa del aprobado raspado, si bien en lineas generales el disco da esperanzas a uno de que en años venideros aparezcan otros discos más redondos. Uno tiende a sospechar que Prince continuará por este sendero de nostalgia y que dificilmente reaparezca aquel artista que facturó no ya los clásicos discos de los 80, sino aquel del Love Symbol Album, Gold Experience o Rainbow Children. Pero puede dar la sorpresa cuando menos lo esperemos. Esperemos estar ahí para contarlo.

sábado, 7 de abril de 2012

Un repaso corto a la larga carrera (oficial) de Prince Rogers Nelson (1996-1999)

CHAOS AND DISORDER (1996) Hay quien dice que lo hizo malo aposta para librarse de la Warner. Incluso el propio Prince reconoció que lo hizo aprisa y corriendo con viejas composiciones que ya tenía en sus legendarios archivos. Aunque hoy olvidado, C&D es una inmejorable introducción para acercarse a Prince si a uno lo que le van son las guitarras, el rock y el blues. El tema del mismo título que el disco, I Like It There, Zannalee o The Same December son las canciones por las que tienen que ir de cabeza aquellos rockers de pura cepa mientras que a aquellos que no tengan predilección especial por las Fender tienen en el álbum cosas melosas como Into the Light o I Will. Más cercanas al universo púrpura son I Rock, Therefore I Am (con algo de scratch y la agradecida presencia de Rosie Gaines) y Dig U Better Dead. Lástima que el buen single Dinner with Delores se hundiera en listas para acabar de manera tan triste con la Warner. El cierre surrealista con Had U acaba por bajar algo la nota al disco pero no se fíen de los que les digan que es un bodrio: ya podían ser todos los finales con una discográfica ser así de desapasionados y malos. Me temo, eso sí, que Prince jamás dará su autorización para comercializar un Guitar Hero basado fundamentalmente en este disco. Con lo mucho que le gusta el dinero.

EMANCIPATION (1996) Comprendo que piense que tres discos de una hora cada uno de material nuevo son demasiado y que quitando canciones de relleno podría haber quedado un sólo álbum (o doble como mucho) magnífico. Y también entiendo que si se animó a escuharlo se haya quedado un pelín decepcionado sobre todo cuando su autor lo hypeó al máximo ("Quizás sea mi Ciudadano Kane"). Pero esta triple celebración de su libertad discográfica, su matrimonio con Mayte y el inminente nacimiento de su hijo (aunque tristemente acabó en tragedia al morir al poco de nacer) es de muy notable calidad en lineas generales y resulta un magnífico testimonio de la gran racha creativa de aquella época de Prince. Había temas donde se palpaba el resquemor contra la industria (White Mansion, Slave, Face Down), pero eso era de lo poco cabreado que estaba Prince en el disco. Diversión en Jam of the Year, Sex in the Summer, Get Yo Groove On, Style o Sleep Around, almíbar en One Kiss at a Time, Dreamin' About U, Saviour o Friend, Lover, Sister, Mother/Wife, joyas minimalistas del calibre de Soul Sanctuary, Let's Have a Baby o My Computer (con Kate Bush por allí), la sentida petición de reconciliación a Wendy & Lisa In This Bed I Scream, la despedida desoladora a Jonathan Melvoin (hermano de Wendy muerto por sobredosis) The Love We Make y, sorpresa sorpresa, versiones de otros artistas sabiendo lo poco que le gusta al de Minneapolis hacerlas en un disco de estudio: Betcha by Golly Wow!, I Can't Make U Love Me, La La La Means I Love U y el One of Us de Joan Osbourne. Más que Ciudadano Kane, dejémoslo en Mr. Arkadin.

CRYSTAL BALL/ THE TRUTH/ KAMASUTRA (1998) La idea, al menos sobre el papel, era muy buena: para evitar la proliferación de grabaciones piratas de sus temas inéditos, Prince decide obsequiar a sus fans con un triple CD de material que no vió la luz oficialmente. No sólo eso, sino que en el set venía incluido un nuevo disco de temas acústicos como regalo.Es más, en una época donde Internet aún estaba algo verde en lo que a ventas on line se refiere, él sería el primer gran artista que vendería este material a través de su página web. Los fans todo ilusionados y venga a pedir el disco por la red de redes. Los cuatro CDs les llegaron con muchos meses de retraso...y cuando ya estaban en las tiendas de discos. Añadan al agravio un diseño horrendo y sin letras ni tracklist (había que ir a la web a imprimirlo y cortarlo...) y, sobre todo, el hecho de que incluía remixes de temas antiguos muy innecesarios y paranoias varias como la improvisación de 15 minutos Cloreen Baconskin y ya se pueden imaginar los hermosos epítetos dedicados a la familia de Prince. Los temas inéditos "de verdad" consistían en los sobrantes de la época Sign O' The Times (Crucial, Dream Factory, Movie Star) y sobre todo de mediados de los 90 como el excelente reaggae Ripopgodazippa, Acknolwledge Me, la versión en directo del clásico principesco Days of Wild o la dulce balada hecha especialmente para su participación en el show de los Teleñecos She Gave Her Angels. The Truth resulta ser un muy apreciable postre con buenos temas como Circle of Amour, Dionne, Animal Kingdom o Man in a Uniform que quizás hubiera funcionado algo mejor si lo hubiera publicado por separado. Para intentar apaciguar los ánimos de los que ya habían pedido el set por Internet, Prince incluyó otro CD adicional: Kamasutra, la música instrumental que sonó en su boda con Mayte. Para olvidar. Y ya sé que un disco sólo por ese nombre tendría que ser bueno por narices.

NEWPOWER SOUL (1998) Aunque en la portada se anuncie como un disco de la New Power Generation, es de facto un disco de Prince que el de Minneapolis promocionó por activa y por pasiva en teles y magazines especializados (nunca dió tantas entrevistas como en aquella época). Pero los palos recibidos por crítica y público en general que ya veían en Prince a un frikazo acabado repercutieron en las ventas y hundieron aún más su ego. Y eso que había hecho un álbum diseñado para recuperar popularidad perdida y había buenos temas para escoger: Mad Sex, Shoo-Bed-Ooh, Push It Up!, Come On, la sobresaliente balada The One o la inquietante hidden track Wasted Kisses reciben de mi parte un thumbs up. Claro que por el otro lado tenemos cosas tan predecibles y por debajo de la calidad habitual como el tema del mismo título que el disco, la demasiado empalagosa hasta para Prince Until U're in my Arms Again, (I Like) Funky Music o las correctitas When U Love Somebody y Freaks On This Side. Menos mal que la gira que siguió al disco alegró más al de Minneapolis.

THE VAULT...OLD FRIENDS 4 SALE (1999) Para librarse por fin de los últimos flecos de su contrato con la Warner y sin mover un solo dedo para impedir su publicación sale a la venta un recopilatorio de 10 temas grabados entre 1985 y 1994 innecesario para el die hard fan que ya los consiguió por otros métodos pero que para el resto se puede considerar aceptable. Por allí andan la versión primigenia del 5 Women que luego cedería a Joe Cocker, la versión larga y jazzie de 8 minutos del She Spoke 2 Me cedido para la banda sonora de Girl 6 de su amiguete Spike Lee, el nightclubesco When the Lights Go Down de 7 minutos, la versión pulida en estudio y con la letra modificada de Old Friends 4 Sale (la original hacía referencia a problemas varios con la gente de su entorno circa 1986) y material de puro relleno. Sin embargo ahí están dos temazos que merecen mucho la pena: It's About That Walk, una delicia llena de buenas vibraciones y la balada con clase Extraordinary que cierra el disco. Pueden vivir perfectamente sin él aunque no sea del todo malo.

RAVE UN2 THE JOY FANTASTIC (1999) Esta vez nada podía fallar para volver a lo más alto. Tras contemplar como un Carlos Santana al que muchos daban ya por acabado regresó por todo lo alto con el disco publicado por Arista Records y lleno de cameos de otras estrellas musicales Supernatural, Prince se pone en contacto con el mandamás de Arista Clive Davis y llega a un acuerdo para publicar un álbum también lleno de estrellas (Chuck D, Gwen Stefani, Eve, Ani DiFranco, Sheryl Crow) y donde en los créditos de producción veíamos a "Prince" con su verdadero nombre. Lo que se diseñó para ser un retorno triunfal se convirtió en testimonio de lo poco que le quedaba a su matrimonio con Mayte en temas acusatorios como el I Love U, but I Don't Trust U Anymore, Silly Game, Man O' War o el single The Greatest Romance Ever Sold, buenos temas en general sobre todo el primero, interpretado a piano. Ya en tono más alegre tenemos Rave (tema para Batman rescatado para el proyecto), Undisputed, el dueto rocker con Gwen Stefani So Far, So Please que incomprensiblemente no fue single, la muy alegre Baby Knows con Sheryl Crow a la harmónica (Prince tuvo a bien incluir en el disco su propia versión bailonga de Everyday is a Winding Road), o el tema de autoafirmación con flirteos techno Strange But True. Para el final quedan la joya Wherever U Go, Whatever U Do que tiene un aire a sobrante de mediados de los 80 y el hidden track y homenaje a James Brown Prettyman, con la colaboración estelar del legendario Maceo Parker. Aún siendo mejor de lo dicho en un principio, el álbum se hundió en ventas con Prince ofreciendo un remix del mismo en su web, separándose de Mayte y anunciando que una vez libre del todo con la Warner volvía a su verdadero nombre. Carpetazo final para esos tiempos de "chaos and disorder".