G.W. Pabst está desesperado en su oficina en Berlín. Había hecho un montón de pruebas a actrices alemanas y hasta cogió a chicas de la calle para ver si encontraba a la protagonista adecuada. Pero no había manera de encontrar a su Lulú en la adaptación cinematográfica de la obra de Franz Wedekind que estaba preparando. Todo un desafío al que tenía que encontrar la manera de salir victorioso ante un público alemán que tenía al personaje como una heroína trágica nacional. Todo parece indicar que acabará dando el papel a una actriz llamada Marlene Dietrich, pero no acaba de estar convencido al considerar a la actriz alemana demasiado mayor para el papel (25 años) y que no estará a la altura de las circunstancias que requiere el personaje. Así que espera en su oficina la llegada de un telegrama. Pabst había visto una película llamada Una Mujer en Cada Puerto (A Girl on Every Port, Howard Hawks, 1928) y había quedado impresionado con la joven actriz que interpretaba a la artista de circo y femme fatale que pone a prueba la amistad de dos marineros. Evidentemente, se trataba de Louise Brooks. Brooksie estaba descontenta con el sueldo que percibía de su estudio Paramount y de Hollywood en general. Deseaba cambiar de aires. Así que abandonó la Paramount y fue justo cuando se enteró de la oferta que le hacían desde Alemania. Viajó al país para reunirse con Pabst y pronto firmó el contrato. Habemus Lulú. Pero el anuncio de que una "extranjera" interpretaría al personaje no fue bien tomado por el público y comenzaron las primeras protestas antes de que comenzase el rodaje. Empezando por las de la propia Marlene Dietrich.
El director y su musa |
La Caja de Pandora se estrena el 30 de Enero de 1929 en Berlín. El público no la apreció y se consideró un fracaso. Idéntica reacción se produjo en Estados Unidos. En Francia llegó a estrenarse en con un montaje muy alterado que cambiaba el final original donde Lulú moría a manos de Jack el Destripador por otro más "optimista" donde no había ni rastro del asesino y donde Lulú acababa en el Ejército de Salvación. Pocos entendieron la película y tendrían que pasar muchos años para que pudiera ser apreciada como el súmmun de las carreras de Pabst y Brooks. Demasiado adelantada para su época en su acercamiento a la sexualidad y la psicología femenina, La Caja de Pandora prácticamente no tendría razón de ser sin Louise Brooks, asociada/confundida con el personaje libertino, deshinibido, inconsciente e inocente que interpreta. Una Lulú/mantis que lleva inconscientemente a la ruina moral y a la perdición de cuanto hombre se cruza en su camino y que hipnotiza al espectador por muchos años que hayan pasado desde la realización de la película, en la que se abrió "la caja de Pandora" de la sexualidad abierta, la prostitución, el libertinaje y el lesbianismo.
Hay una escena que brilla con luz propia: La de la seducción de Schön en el backstage de la revista musical que protagoniza Lulú. Brooks pasa de hacer pataletas con tal de retener su amor a acabar besando a Schön justo cuando aparece por allí la prometida de Schön e hija de un ministro. Schön no tendrá más remedio que casarse con Lulú. El rostro alegre y expresión de victoria que muestra Lulú es cine de 100 kilates. Pero no solo Brooks destacaba: La aparición de la primera mujer lesbiana descrita en una pantalla en el impagable banquete de bodas, la muerte accidental de Schön, las dos huidas del juicio y del barco-casino donde Lulú está a punto de ser vendida al burdel de un egipcio y el tramo final en un Londres navideño neblinoso, con guiños al expresionismo alemán y en donde Lulú acabará siendo víctima de su mentalidad a manos de un Jack the Ripper mano ejecutora del destino acaban siendo merecedores de figurar en una antología del cine en general y de los años 20 en particular.
A pesar del fracaso, Pabst y Brooks continuaron su colaboración con otra película. Pero de eso, amén de otra aventura europea de Brooks, hablaremos en el próximo post dedicado a Brooksie.
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