La Filmoteca del Terrario

sábado, 5 de noviembre de 2011

"RISKY BUSINESS": Aprende algo


Paul Brickman era un guionista oriundo de Chicago que deseaba dar el salto a la dirección. Entre sus créditos como guionista figuraban películas como The Bad News Bears in Breaking Training y Handle With Care, ambas de 1977 y acababa de salir de una buena pelea con William Friedkin después de que el director cambiase de arriba abajo su guión El Contrato del Siglo (Deal of the Century, 1983) con la ayuda de un Robert Towne no acreditado. El muy mediocre resultado de la cinta de Friedkin dejó desanimado a Brickman, que acababa de firmar un guión sobre un joven estudiante que queda solo en casa mientras sus padres se van de vacaciones y que por vicisitudes varias acaba montando un burdel en su casa. Ninguna productora quiso el guión, pero el avispado magnate musical David Geffen olió que el guión podría ser la primera película que pondría en marcha su recién creada Geffen Pictures, que dependía de Warner Bros. Aceptó el guión y Brickman y su socio Jon Avnet empezaron a trabajar en Risky Business.







El casting dio muchos quebraderos de cabeza a Brickman y Avnet. Se hicieron pruebas a unos jovencísimos Tom Hanks y Nicolas Cage para el papel de Joel Goodson, pero la primera oferta en firme que hicieron a un actor fue a Timothy Hutton, quien rechazó el guión. Finalmente el elegido fue Tom Cruise, quien acababa de hacer papeles secundarios en T.A.P.S, Más allá del Honor (T.A.P.S., Harold Becker, 1983) y Rebeldes (The Outsiders, Francis Ford Coppola, 1983) y que venía de protagonizar Ir a Perderlo y Perderse (Losin' It, Curtis Hanson, 1982). Para el papel de la prostituta Lana se contactó con Kim Basinger, pero dio calabazas a Brickman. Años después, la rubia sex-symbol se arrepentiría de su decisión. El propio Tom Cruise durante el rodaje de Rebeldes intentó que Diane Lane hicera una prueba, pero los padres de la actriz se negaron a que su hija interpretase a una "puta de veintitantos años". La elegida al final fue la desconocida Rebecca De Mornay, figurante en Corazonada (One From The Heart, Francis Ford Coppola, 1982) y que hacía su debut en esta película. El resto del reparto fue completado por el posteriormente famoso Joe Pantoliano como el chulo Guido, Bronson Pinchot como el amigo de Joel Barry, Curtis Armstrong como su otro amiguete Miles o Richard Masur como el entrevistador.





Una vez comenzado el rodaje, las anécdotas más jugosas vinieron cortesía de Tom Cruise. El futuro cienciólogo tuvo que adelgazar varios kilos para después comer alimentos grasientos y así tener un look de adolescente más convincente. Para la famosa escena del baile en calzoncillos, el guión simplemente señalaba que "Joel baila al ritmo de Old Time Rock n' Roll de Bob Seger". Brickman le dio libertad absoluta para hacer el baile como quisiera. Afirmaba Bronson Pinchot muchos años después que el actor, sin que viniera a cuento, hacía declaraciones y frases homófobas del tipo "Hace un buen día, me alegro de que no haya gays por aquí" o "En caso de que no haya gays por aquí...¿Te apetece un helado?" (¡?). Bastante más química tuvo Cruise con Rebecca De Mornay, tanta que acabaron siendo pareja durante el rodaje y tras el mismo. Algo más tenso estuvo el ambiente en la sala de montaje a cuenta del final de la película. Mientras que Brickman quería uno pesimista (Joel no entra en la universidad y se pregunta junto a Lana que será de ellos en el futuro), David Geffen optaba por el que finalmente acabaría reflejado en la pantalla. No sería hasta la llegada de la Edición Especial en DVD y Blu-Ray cuando se pudo ver lo planeado originalmente por Brickman.



Risky Business tuvo un presupuesto estimado de 6.200.00 $ y se estrenó el 7 de agosto de 1983. Contra todo pronóstico, acabó siendo un taquillazo con 63.000.000 $ recaudados en suelo USA. La imagen de Cruise sonriente con sus gafas de sol se convirtió en una de las imágenes más características del cine "ochentero" y huelga decir que la película fue el primer taquillazo de su protagonista, que con la posterior Top Gun (Tony Scott, 1986) se convertiría en el rey de la taquilla en Hollywood y en genio de los negocios. Rebecca de Mornay tuvo su boom en los 80 y parte de los 90 para después caer en el olvido, motivado por fracasos varios y la temida para las actrices de allende los mares "edad de los 40 años", que provoca que los productores opten por actrices jóvenes para sus películas y dejen de contar con las de edad madura. Pero el caso más digno de estudio fue el de Paul Brickman. Todo parecía indicar que tendría una carrera envidiable, pero tardaría siete años en ponerse de nuevo tras las cámaras con Los Hombres no Abandonan (Men Don't Leave, 1990). Y ahí, prácticamente desapareció. Su nombre solo se volvió a ver en los créditos del guión de Ejecución Inminente (True Crime, Clint Eastwood, 1999) y en la TV-Movie dirigida por su amigo Jon Avnet Rebelión en Polonia (Uprising, 2001). Hay algunas conjeturas en Internet, como que se cansó de Hollywood y sus ejecutivos y se retiró. Otros señalan que en la actualidad ejerce como script doctor para aquellos guiones que estén llenos de problemas. Pocos parecen querer que realice un comeback a lo Malick.




Es curioso como mucha gente mete a Risky Business en el mismo saco de los Porky's, cursos excitantes y demás comedias adolescentes gamberras cuando no tiene nada que ver con estas. Tras esa fachada de film teenager al uso se esconde una cinta más inteligente, madura, oscura y ácida de lo común que diferencia a la película de otras coetáneas suyas. Un Tom Cruise que no volvió a estar tan natural como aquí acaba siendo un pariente lejano del Benjamin de El Graduado (The Graduate, Mike Nichols, 1967), bordando a ese Joel Goodson inocentón que irá "aprendiendo" más de cuatro cosas sobre la vida con la ayuda de la prostituta Lana (magnífica Rebecca De Mornay), un personaje positivo pero sin incurrir en el tópico de la "prostituta con el corazón de oro". Soberbia su presentación por cierto, llegando a la casa de Joel con el viento soplando y desvirgando al protagonista a cámara lenta mientras suena la fascinante banda sonora de los Tangerine Dream.


Aunque la película sea "hija" de su época a la vista de su estética, vestuario y selección musical, con una magnífica selección de canciones a cargo de Talking Heads, Prince, Phil Collins, Jeff Beck, etc., no es menos cierto que Brickman dirige con un estilo exquisito y, por momentos, arty (el coito en el metro con el "Love on a Real Train"). Algunas reseñas incluso apuntan a que si Michael Mann hubiera rodado una comedia teen, el resultado sería esta película. Nada descabellado, a juzgar por la fotografía de "neón" de las escenas nocturnas cortesía de Bruce Surtees y Reynaldo Villalobos, un gran gusto a la hora de componer ciertos planos o la persecución en coche entre los protagonistas y Guido el chulo asesino. Todo esto para crear una lúcida parábola sobre el capitalismo en los tiempos de Reagan más efectiva que titulos del cine "social" con pretensiones que, de propina, sirve en bandeja uno de los más sabios consejos que uno pueda recibir: En la vida, a veces hay que saber decir "¡Qué coño!"


Risky Business está disponible en DVD y Blu-Ray. Este post es una extensión corregida, mejoradísima y aumentada de esta minireseña que apareció en el antiguo blog.

2 comentarios:

  1. la típica peli que se ve para llenart un rato que no sabes que hacer.

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  2. La obra cumbre del cine "teen" en general y de Cruise en los 80 en particular.

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