THE RAINBOW CHILDREN (2001) Una vez "de vuelta" con su nombre y tras entretenerse durante el año 2000 en publicar temas por Internet y estudiar la Biblia con los Testigos de Jehová, Prince decide volver a sus raíces funkys y jazzies. Pero no será en un álbum convencional, sino en su propia oda a la secta contraria a las transfusiones de sangre. De eterno debate por el contenido de las letras y tildado de obra maestra/bodrio dependiendo al fan de Prince que pregunte, para mí un grandioso disco donde el de Minneapolis aparta las "maquinitas" y vuelve a un sonido más orgánico para un álbum conceptual sobre la eterna lucha entre el bien y el mal. Aunque bien podría haberse desprendido de la voz del narrador distorsionada que recorre el disco, en él encontramos temas de elevada calidad del calibre del homenaje a James Brown (y van...) The Work Pt.1, experimentos afortunados como Digital Garden, la pegadiza y reminiscente del Erotic City 1+1+1 is 3, las baladas con clase Muse 2 the Pharaoh y Mellow, el tema romántico dedicado a su nueva mujer Manuela Testolini She Loves Me 4 Me, la energía reivindicativa de Family Name, la marchosa reflexión sobre sí mismo The Everlasting Now (impagable el momento en el que la voz aflautada de un fan dice que ojalá Prince volviera a hacer música como la de antes...para ser respondido con un sonoro hostión) y, como colofón, el épico The Last December que forma parte de una especie de trilogía junto con Purple Rain y Gold con estructura parecida a la de estos dos temas. ¿El último disco redondo del todo del pequeñín? Quizás. La posterior gira One Nite Alone que quedaría registrada en un triple CD y un DVD en Las Vegas devolverían bastante prestigio a Prince con más de uno apuntando a un posible comeback por todo lo alto de cara a un futuro cercano.
MUSICOLOGY (2004) Don't u miss the feelin' music gave ya/back in the day? La pregunta era bastante apropiada en los tiempos más basurescos musicalmente hablando para la generación criada por American Idol, O.T. o la MTV de ahora, críos que en la mayoría de los casos no se preocupan del glorioso pasado musical en el que vivían sus padres, y no sólo de música negra me temo. También es bastante posible que la pregunta se la hiciera a sí mismo y estuviera cansado de tanta independencia publicando discos instrumentales y canciones por Internet y de ser "agua pasada". Así que, aliándose con Columbia Records y con temas comerciales y de confección artesanal old school, parecía que estábamos de vuelta a 1984 cuando Prince era el que cortaba el bacalao. Un gran triunfo en ventas como nunca tuvo desde Diamonds and Pearls, actuaciones estelares en los Grammys y el Hall of Fame y una gira histórica le inscribieron en la leyenda. Los highlights incluían temas tan animados como Musicology o Life O' The Party, buenas canciones rockeras como A Million Days o Cinnamon Girl, baladas como en los viejos tiempos del calibre de Call My Name (otra oda a Manuela Testolini) u On The Couch, recuerdos del Sign O' The Times como What Do U Want Me 2 Do?, reflexiones sobre la era Bush y el mundo en general como Dear Mr. Man (lástima que se haga corto el tema) y el brillante cierre acústico Reflection. Un ejercicio nostálgico y triunfante en lineas generales.
3121 (2006) Y después de ser declarado oficialmente una leyenda y sin nada que demostrar a estas alturas, ¿a vivir de las rentas sin esforzarse? Pues sí. O no, al menos en este caso en particular. Otros 12 temas como en Musicology destinados a triunfar aunque con algo más de riesgo como puede atestiguar el single Black Sweat, una vuelta a la máxima de menos es más de Kiss y que, sin llegar a la altura del tema ochentero, sí que acaba resultando un buen homenaje al sonido Minneapolis. Contra todo pronóstico, el tema latino Te Amo Corazón que en un principio prometía descojone a su costa acaba resultando una agradable sorpresa. Himnos rockeros como Fury, el elegante sobrante de Musicology Satisfied, el dueto con el proyecto de estrella Tamar (a la que las lenguas viperinas achacan el divorcio de Prince con Manuela Testolini) en Beautiful, Love & Blessed, el muy superior remix del tema de desamor publicado originalmente en Internet The Dance, la divertida Lolita, el r&b de probada eficacia The Word, el muy groovy tema que da título al disco o el cierre apocalíptico a ritmo de funky juguetón Get on the Boat son lo más destacado de un disco que gana con el tiempo y con el que su autor logró ser número 1 en ventas después de mucho tiempo. Concretamente desde Batman en 1989.
PLANET EARTH (2007) Y tras seguir siendo una leyenda, ¿a vivir de las rentas sin esforzarse? Ahora sí que sí, aunque Prince no olvide su toque de contestatario de la industria musical al regalar el disco en Gran Bretaña a través de un periódico. Y miren que el pequeñín tenía toda la buena intención del mundo con temas como Planet Earth, Mr. Goodnight, The One u Wanna C, Future Baby Mama o Resolution. Pero éstos resultan fallidos y/o muy flojos en lineas generales. Añadan que el single Guitar es pasable siendo benévolo y ya podemos añadir el álbum a la categoría de "poco recomendable". No obstante, cuatro son las joyas que hay que rescatar, empezando por la balada old school Somewhere Here On Earth, donde es imposible resistirse al falsete del de Minneapolis. O la demasiado corta para mi gusto All the Midnights in the World. O el funky de alta categoría Chelsea Rodgers. O el mejor tema del disco y retorno rockero con Wendy & Lisa Lion of Judah, el cual justifica por si solo la compra del mismo. Desde ya, clásico inapelable de Prince. El libro de fotografías + CD de sus actuaciones en Londres 21 Nights-Indigo Nights resulta ser de lo más destacable de esta época, aunque sólo aquellos sobrados de recursos económicos puedan permitirse el capricho.
LOTUS FLOW3R/ MPLSOUND (2009) Sin aprender de su fiasco con Crystal Ball, Prince insiste en Internet para vender otro triple CD aunque aquí comente dos al ser el tercero, Elixir, de su protegida y amante Bria Valente (tampoco se pierden mucho, la verdad). Otro fiasco en la red de redes que sirve para que sus fans se reboten aún más con él entre esto y su absurda política de censurar videos y actuaciones suyas por portales de videos. Ciñéndonos a la música, Lotus Flow3r es algo mejor que lo ofrecido en Planet Earth aunque tampoco sea para tirar cohetes. Encontramos gran calidad en su versión de Crimson & Clover, la excelente 4ever, la reminiscente de Purple Rain Colonized Mind, la infravalorada Love Like Jazz, el divertido $ o el homenaje a Hendrix que supone Dreamer. Aparte de eso, poca chicha que sacar salvo por temas que mejoran en directo como Feel Good, Feel Better, Feel Wonderful. El resto, manifiestamente mejorable. Como lo es el MPLSound, bienintencionado homenaje a sí mismo y al sonido que popularizó pero que acaba siendo un disco previsible y hecho sin energías creativas en lineas generales que hace bueno al Planet Earth y todo.
20TEN (2010) Y para cerrar esta serie de posts, otro retorno al sonido Minneapolis bastante más afortunado que MPLSound, concretamente a la era 1999. El aficionado más nostálgico posiblemente disfrute joyas como el inicio movidito con Compassion, la pseudosecuela de The Beautiful Ones Future Soul Song, enormes alegrías como Sticky Like Glue que bien podría haber sido un estupendo single, el falsete principesco en todo su esplendor en Walk in Sand y Sea of Everything o el Everybody Loves Me que bien podría haber sido una cara B del Controversy. El resto no pasa del aprobado raspado, si bien en lineas generales el disco da esperanzas a uno de que en años venideros aparezcan otros discos más redondos. Uno tiende a sospechar que Prince continuará por este sendero de nostalgia y que dificilmente reaparezca aquel artista que facturó no ya los clásicos discos de los 80, sino aquel del Love Symbol Album, Gold Experience o Rainbow Children. Pero puede dar la sorpresa cuando menos lo esperemos. Esperemos estar ahí para contarlo.
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