La Filmoteca del Terrario

viernes, 30 de marzo de 2012

Un repaso corto a la larga carrera (oficial) de Prince Rogers Nelson (1985-1989)

AROUND THE WORLD IN A DAY (1985) Cuando acabas de conquistar el mundo, el público pide para lo próximo más de lo mismo. Si acaso, cambiando un poquitín los ingredientes para obtener la receta para el éxito continuado. Prince decidió hacer lo contrario. Sin prácticamente nada de promoción y sin la fanfarría que acompañó al lanzamiento de Purple Rain, el de Minneapolis se sumergió en la psicodelia más Sgt.pepperiana y espiritual sin olvidarse de la comercialidad con su Raspberry Beret que ayudó a las ventas del disco y el Pop Life dirigido a sus ex-amigos Vanity y Morris Day a propósito de los malos hábitos de vida que llevaban. Coqueteos con lo oriental en el tema homónimo, idealización de un mundo mejor en Paisley Park (futuro nombre de su estudio de grabación-santuario), balada delicada al piano en Condition of the Heart, patriotismo y comentarios sociales a ritmo de rock controlado en America, simpáticos coqueteos sexuales en Tambourine, una vuelta a los territorios del tema Purple Rain incidiendo más en el acento gospel en el The Ladder co-escrito con su padre John L. Nelson y para cerrar todo una joya de 8 minutos del blues más salvaje en Temptation, explorando la dicotomía sexo-religión sobre la que giraba buena parte de su obra. A muchos les pilló con el pie cambiado la decisión de Prince de explorar otros territorio musicales y, si bien no puede tildarse de fracaso comercial, sí que quedó semiolvidado entre tanta obra maestra de los 80.

PARADE (1986) Como la película de Purple Rain fue un exitazo y Prince estaba en disposición de hacer lo que se le antojara, decidió poner en marcha su segunda película, Under the Cherry Moon. Las cosas salieron muy mal. Centrándonos en el disco, comprobamos que el de Minneapolis no ha perdido sus ansias de innovar y experimentar tras oir los cuatro primeros cortes que van del tirón (Christopher Tracy's Parade, New Position, I Wonder U y el tema homónimo), dando comienzo casi en realidad con la adictiva Girls & Boys. Buenos singles como Mountains y Anotherloverholeinyohead dan a la Warner la tranquilidad necesaria entre veleidades como el instrumental melancólico Venus de Milo o la vodevilesca Do U Lie?, regalando para el final un clásico entre los fans: la acústica Sometimes It Snows in April, hecha en colaboración con Wendy & Lisa y que es posiblemente su tema tristón por excelencia. No me olvido de Kiss, el segundo tema que aparecerá con toda probabilidad en el titular de su futuro obituario y que dejó prestado a la banda Mazaratti hasta que se dió cuenta de lo bueno que era y les reclamó la copla en cuestión con los arreglos ya hechos por el grupo. En Europa se apreció mucho mejor la visión en blanco y negro del universo Prince en contraposición con los colorines del anterior disco y hasta allí se fue con The Revolution de gira deteriorándose irremediablemente la relación con sus escuderos y colaboradores de Around y Parade.

SIGN 'O' THE TIMES (1987) ¿Que la compañía de discos no te deja publicar tres discos y tienes problemas con la banda? Sin problema. Se despide a casi toda la banda y escoges lo mejor de cada disco para crear un doble álbum. En realidad las cosas para Prince no fueron tan sencillas como acabo de describir, pero ya había dicho que esto no iba a ser un estudio pormenorizado de su obra, ¿no? Pregunten a cualquier fan de Prince sobre cuál es su Biblia musical y les dirá con celeridad esta obra maestra donde Prince toca prácticamente todos los palos, desde trip-hop concienciado (Sign) o para divertirse (Housequake), rock evangélico a lo Hendrix (The Cross), baladas dulces (Adore, incomprensiblemente no publicada como single) o jazzies (Slow Love), minimalismo donde menos es más (Forever in my Life, The Ballad of Dorothy Parker, If I Was Your Girlfriend con la voz alterada de Prince en el "papel" de su alter ego femenino Camille), singles rompepistas (U Got the Look), sexo aliñado al sonido Minneapolis (Hot Thing, It) himnos optimistas (Play in the Sunshine, la bomba en directo I'ts Gonna Be a Beautiful Night) hasta llegar a la psicodelia de color de rosa con Starfish and Coffee. Prince se convirtió en eterno y casi hasta con carta blanca para hacer bodrios durante el resto de su vida después de tamaño derroche creativo. Para redondear la experiencia se recomienda encarecidamente la película-concierto del mismo título para ver cómo se monta un show de antología. Muchos de los futuros productores de moda y artistas tomarían buena nota de este incunable. Imprescindible.

BLACK ALBUM (1987) ¿Que los brothas negros del barrio te dicen que desde que te convertiste en estrella eres un vendido y perdiste tus raíces de color, les demuestras que puedes ser tanto o más negro y funkarra que ellos con un álbum que será entendido como la Biblia del Funk, la compañía de discos se encuentra aterrada ante lo muy inviable del disco y tienes una crisis de conciencia sobre el contenido de algunas letras (más bestias que de costumbre, todo hay que decirlo: mira tú que encarnar en una de ellas a un chuloputas que planea cargarse a una de sus "currantes") amén de tener unas paranoias de padre y muy señor mío quizás regadas con eso que los jóvenes llaman "tasio"? Sin problema. Se retira el álbum de las máquinas prensadoras de discos a pocos días de su lanzamiento y así se convierte en uno de los discos pirateados más vendidos de la historia. Para cuando Prince decidió publicarlo oficialmente en 1994 para así salir de la Warner cuanto antes, las reseñas fueron poco atinadas sin enmarcar el disco en su contexto y así fueron las ventas para cuando todo quisque tenía el disco por casa. De haberlo sacado en su momento habría ido seguramente mal comercialmente pero con fans acérrimos y críticos babeando ante el funk sin adulterar de jam sessions como 2 Nigs United 4 West Compton, divertimentos para la pista de baile como Le Grind, Supercalifragisexy o Cindy C. (¿basada en hechos reales?), parodias del gangsta rap como Dead On It y la tan controvertida Bob George y un poquito más de psicodelia para cerrar con Rockhard in a Funky Place. Por ahí en medio entre tanta negritud pululaba la minimalista balada When 2 R In Love, de gran calidad en verdad pero que no encajaba muy bien en el tono del disco. Prince acertaría rescatándola para su disco de "penitencia".

LOVESEXY (1988) Si en el Black Album todo era oscuridad y mal rollo en la vida de Prince, aquí tendríamos el renacer en lo espiritual (véase la impagable portada cortesía de Jean-Baptiste Mondino que me costó más de una mirada sospechosa y risotadas a mi costa en casa) del Sr. Nelson con temas más positivos y mayores referencias a lo intangible, la fe y bla bla bla. En USA no lo entendieron y el disco fue una buena bofetada en ventas y críticas.¡Fin de ciclo! exclamaría más de uno. No fue así en Europa, con cuyo público tuvo un bonito idilio comercial durante una buena temporada. Los nueve temas metidos en su versión CD en un solo corte (en ediciones posteriores se pasó olímpicamente del capricho de Prince) para ser digeridos del tirón ofrecían el comienzo con I No estableciendo el hilo conductor de reflexión sobre lo terrenal y lo espiritual, los ya clásicos singles confeccionados para arrasar en listas (Alphabet St.-obra maestra-, Glam Slam), la rescatada del Black Album When 2 R In Love, algo de reflexión sobre temas sociales mientras se baila en la pista (Dance On), la balada confesional y clásico entre los fans Anna Stesia, funk de calidad con el tema homónimo o el cierre extrañamente inquietante con Positivity y las palabras de Ingrid Chavez que servían también para comenzar el disco-Rain is wet...-.El tema más corto resulta ser mi favorito del álbum y posiblemente uno de los mejores de toda la carrera del pequeñín: I Wish U Heaven. Una pequeña maravilla.

BATMAN (1989) Abundaban los rumores de que el de Minneapolis andaba en números rojos tras el fiasco de Lovesexy y de la costosísima -y quizás su mejor- gira posterior y que andaba buscando un proyecto seguro. Cuando los de la Warner le invitaron a pasarse por el plató de la adaptación de Batman llevada a la gran pantalla y le ofrecieron allí mismo componer canciones para la película, no se lo pensó dos veces a la hora de decir si. Yendo sobre seguro, logró alegrar a los de la Warner cuando el álbum fue derechito al número 1 en aquel verano del 89 regado en dólares y decepcionar un poco a sus seguidores más críticos con un disco diseñado para venderse como rosquillas y poco espontáneo u original. Dejando de lado bodrios como Lemon Crush o el muy empalagoso dueto con Sheena Easton The Arms of Orion, se pueden rescatar cosas. Adoptando las personalidades de Bruce Wayne/Batman y el Joker, Prince comienza bien con la irónica The Future y el guitarreo de Electric Chair para seguir con la oda a Jack Nicholson Partyman, la pegadiza Vicki Waiting o el pasable siéndo benévolo numerito marchoso Trust. La balada compuesta al lado de su padre Scandalous eleva mucho la estima del disco que se cierra con el exitazo Batdance, calculado collage de diálogos, cambios de ritmo, samplings y guitarreos que le lleva a liderar las listas de éxitos incluso en nuestro país. Para alguien que no sea fan de Prince y que no exija mucho a la hora de medir el nivel de calidad puede pasar para empezar a aficionarlo al mundo púrpura. El resto puede dormir a pierna suelta no sin antes grabar los temas que merecen la pena mientras el señor de la noche vigila la ciudad.

Making of "ABIERTO HASTA EL AMANECER" para Ultramundo

Para redondear el especial Tarantino en Ultramundo, su colaboración más estrecha con Robert Rodríguez. En esta ocasión la crítica no la hago yo, sino mi compañero Dani Rodríguez, el encargado de poner todos sus mus-cools en un análisis certero y magnífico. Mi papel en esta ocasión es el de contar lo que ocurrió antes, durante y después del estreno de las aventuras de los hermanos Gecko y la familia Fuller.

Hinque el diente a esta colaboración aquí.

jueves, 29 de marzo de 2012

Un repaso corto a la larga carrera (oficial) de Prince Rogers Nelson (1978-1984)

FOR YOU (1978) Convirtiéndose con 19 años en el productor más joven que haya fichado Warner Bros. Records (era la única compañía que se lo permitía, aunque le impusieron a Tommy Vicari, productor de Santana, para que lo vigilase) y sobrepasando el tiempo y presupuesto asignados, el de Minneapolis debuta con buena nota aunque el público no se muestra excesivamente interesado por el disco. El tono de las canciones es a veces excesivamente sacarinoso en temas como My Love is Forever o In Love, temas con los que la compañía pensaban que tenían en sus manos a un nuevo Stevie Wonder al que poder controlar pero que también mostraba un lado sátiro y libinidoso en Soft n' Wet (I got a sugarcane that i wanna lose in u/ Baby, can u stand the pain?) que le permitió asomarse tímidamente a las listas de éxitos. Otros highlights incluyen la dulce balada sobre embarazos no deseados Baby, la acústica Crazy You, el dueto consigo mismo Just as Long as We're Together o el final guitarrero con I'm Yours que ya avanzaba que Prince sería todo un "guitar hero". El fracaso del disco (en verdad algo lacio) le hizo pagar la novatada pero el de Minneapolis aprendería cómo usar el estudio de grabación, a pulir sus composiciones y a trabajar más rápido.Y a dejar de peinarse a lo Jackson 5.

PRINCE (1979) A nuestro artista negro de metro cincuenta favorito le dieron el temido ultimatum de "o apareces con un éxito o te mandamos de vuelta al Minnetonka". Naturalmente, la Warner tuvo su éxito: I Wanna Be Your Lover fue un éxito en las listas de música negra y mainstream y Prince pudo respirar tranquilo con su segundo disco, del que casi casi uno puede afirmar que constituye su verdadero debut siendo For You un simple aperitivo para calentar motores. Why You Wanna Treat Me So Bad? (con un memorable solo de guitarra), Sexy Dancer o el I Feel for You que años más tarde resucitaría la carrera de su íntima amiga Chaka Khan están hechas para triunfar al mismo tiempo que demuestran la calidad como hombre-orquesta del pequeñín. Si en el anterior disco ya asomaba la lascivia con Soft n' Wet, con el tema Bambi sobre un hombre (¿Prince?) descubriendo que su novia le engaña con otra mujer nos confirmaba lo mucho que le gustaba el mundo del sexo guarrindongo (y encima en la contraportada se le podía ver cabalgando desnudo sobre un pegaso). Como colofón una excelente balada tristona, I'ts Gonna Be Lonely. El resto del disco es pasable siendo muy generoso. Prince comenzaba a dar sus primeras actuaciones, a aparecer en televisión y a tener ideas para producir a grupos de amiguetes como Morris Day & The Time. La Warner pensaba que hizo una buena inversión en el de Minneapolis.

DIRTY MIND (1980) La cara de esos mismos ejecutivos cuando escucharon por primera vez Dirty Mind fue todo un poema. Una colección de demos grabada en el sótano de la casa de Prince en Minneapolis, influenciadas por la emergente new wave y escena punk de Los Angeles y que hablaban de sexualidad pura y dura con temas que lidiaban con el sexo oral y el incesto no parecía lo más conveniente para que formasen parte de un disco. Aún así los ejecutivos dieron luz verde al álbum y se confirmó lo que temían: Ventas escasas. Con lo que no contaban fue sería elegido en el top 10 del año en multitud de publicaciones y que con el tiempo se convertiría en la que es considerada la primera obra maestra de Prince. De clásicos como el tema que da título al disco, Do It All Night, Head o Sister ya se han escrito sobre sus virtudes y lascividad ad nauseam. De lo que no se suele hablar es que, aparte del legendario tema de desamor When You Were Mine, también había espacio para el tema triste de amor como Gotta Broken Heart Again (recomendable la versión jazzie en directo en su DVD del concierto de Las Vegas de 2002), el himno a la libertad individual y a su amada Minneapolis Uptown o el himno pacifista Partyup cortesía de su buen amigo Morris Day. 30 minutos escasos que valen por 100. Aunque comprendo que la portada pueda echarles un poquito para atrás si aún no escucharon el disco.

CONTROVERSY (1981) La misión de camelarse a la crítica ya la había logrado. Ahora quedaba convertirse en estrella, aunque antes había que perfeccionar lo que se llamaría "sonido Minneapolis" profuso en baterías electrónicas y teclados. Entendido como bisagra entre el atrevido Dirty Mind y el exitoso 1999, Controversy nos sigue ofreciendo la obsesión por el sexo del anterior disco con las más pulidas en el estudio Sexuality (cuántas verdades dice en el sermón final), el baladón épico Do Me, Baby lleno de jadeos y orgasmos en su tramo final, la futura versioneada por LaToya Jackson (¡glub!) Private Joy, el que tendría que ser todo un clásico en las salas de striptease de USA con su adictiva linea de bajo Let's Work o la oda final al onanismo que no desentonaría en el Dirty Mind Jack U Off. Pero el de Minneapolis comenzaría a hablar de temas sociales y reflexiones sobre cómo debieran ser las cosas con la reflexión sobre sí mismo y los rumores que lo rodeaban Controversy (Padre Nuestro incluido), el himno antinuclear de minuto y medio Ronnie Talk to Russia y la envuelta en una maraña de teclados Annie Christian, sobre el demonio y sucesos de candente calidad por aquel entonces (la muerte de John Lennon o los asesinatos en Atlanta de unos niños). Lástima que quedase ensandwichado y semiolvidado entre el Dirty Mind y 1999 porque es un álbum necesario no ya para amantes del de Minneapolis sino para cualquiera que eche en falta creatividad no reñida con comercialidad en estos tiempos que corren.

1999 (1982) El reinado púrpura en los 80 entró como un elefante en una cacharrería en las listas de éxitos, en conciertos y en la por aquel entonces en pañales MTV para que la música no volviera a ser la misma. Con 24 años parecía que Prince reinventase la música negra (mejor dicho: la música en general) tras explotar hasta la saciedad sus sintetizadores y cajas de ritmos para crear el primer disco pop del Siglo XXI y dejar estupefactos a puretas, dinosaurios, maestros (léase George Clinton o James Brown) y público en general. Ya sólo con los tres primeros temas le daban para ser leyenda y de paso arrasar en ventas con 1999, Little Red Corvette y Delirious, dejando así espacio para temas épicos como Let's Pretend We're Married, D.M.S.R, Automatic (¡nueve minutos!) o Lady Cab Driver. Y todavía le dió tiempo para grabar la balada sensual marca de la casa International Lover, la muy irónica All the Critics Loves U in New York y, sobre todo, un montón de outtakes que inexplicablemente no salieron a la luz oficialmente y de calidad parecida a los temas finalmente publicados en el álbum como Turn It Up, Do Yourself a Favour o el viaje lisérgico de 10 minutos Purple Music. Si alguna vez soñaron con la banda sonora ideal para un Blade Runner (1982) negro, aquí la tienen.

PURPLE RAIN(1984) Todo el mundo sabe ya que el día que fine, las dos palabras que van a aparecer al comienzo de los obituarios serán la del disco que rubricó su inmortalidad y con el que sus obras más recientes serán comparadas en debates estériles. Un Prince decidido no ya a ser estrella, sino galaxia, creó una película, gira y disco calculados al milímetro para lograr sus sanos propósitos. Lo consiguió y posiblemente con más éxito de lo que él en un principio esperaba. La mítica When Doves Cry carente de todo bajo y número 1 durante 6 semanas en USA fue sólo el aperitivo. Lo que vino después fue una obra maestra que lo hubiera sido aún más de no haber quedado reducidas en su duración original Let's Go Crazy y, sobre todo, Computer Blue. Una colección de nueve temas listos para arrasar en ventas sin renunciar a la experimentación de los que servidor destacaría, incluso por encima del justamente inmortal tema que da título al disco, The Beautiful Ones, un desgarrador lamento que merecía ser single y exitazo. Hasta las caras B como Erotic City, 17 Days o God podrían pertenecer al disco y en los dos primeros casos salir como singles. Obra maestra absoluta.

sábado, 24 de marzo de 2012

"INCHON": They should not be forgotten...nor forgiven


Servidor leyó allá por 1999 un artículo en la revista "Fotogramas" sobre los mayores fracasos de la historia del cine bastante jugoso y que contaba esas historias tan divertidas sobre despilfarros varios de dinero y talento que tanto nos gustan. Estaban reseñados los sospechosos habituales (Cimino, Harlin, Howard el pato). Aunque había una cinta en ese artículo que me llamó la atención.Ni más ni menos que una superproducción bélica estrenada a principios de los 80 que no se estrenó en España y que atendía por el nombre de Inchon. Naturalmente, uno tenía deseos de echarle un vistazo. El problema, aparte de que no se estrenó por estas tierras, es que no se editó ni en video ni en DVD por Estados Unidos. Quizás porque no había posibilidades de recuperar algo del dinero gastado o por vergüenza de los principales involucrados. El caso es que anda por esos mundos "pollinos" dispuesta a ser redescubierta por curiosos, morbosos e interesados en los lugares más tremebundos de la historia del cine. Así que una vez vista e investigando un poco entre libros y artículos en Internet, les presento esta historia llena de buenas intenciones, grandes actores, cámaras mal colocadas, tifones, enfermedades, muerte, sectas, mucho dinero para (mal)gastar y Laurence Olivier con rímel.

Quien más y quien menos sueña con introducrise en el mundo del cine, bien sea como astro de la pantalla o como director. E incluso como productor. Esto fue lo que pensó Sun Myung Moon, el líder de la iglesia de la unificación, también conocidos como los moonies .El amigo Moon veía en el cine muchas posibilidades para expandir su mensaje y ya de paso para forrarse. A finales de los 70 planeaba rodar una película sobre Jesucristo pero el proyecto no terminó de prosperar. También pensaba en hacer una cinta protagonizada por Elvis Presley, pero la muerte de La Pelvis trastocó sus planes. Así que había que pensar en algo taquillero. Como una película de guerra. Y la Guerra de Corea allá por los años 50 daba la oportunidad en bandeja de poder hacer una cinta entretenida y, a la vez, que sirviera para mostrar al mundo lo maléficos y comunistas que eran los norcoreanos. Aunque tenía sus arcas repletas de dinero, Moon se dió cuenta de que necesitaba ayuda para financiar la película. El productor japonés Mitsuharu Ishii, que era dueño de un periódico en Japón y tenía la productora One Way Productions afincada en Los Angeles consiguió que la todopoderosa Toho accediese a prestar sus estudios y buena parte de su personal para el equipo técnico y artístico de la película.

El primer director al que Moon fichó fue a Andrew V. McLaglen, conocido entre los aficionados al western. El bueno de Andrew no tardó en volver al Far West cuando descubrió quién financiaba la cinta. Igual que los estudios de Toho, nada contentos con estar involucrados con los moonies,  por lo que hubo que ir fichando a un nuevo director y encontrar nuevas localizaciones. El elegido para filmar Oh, Inchon! fue Terence Young, quien añoraba tiempos mejores como los que vivió con sus películas para la saga Bond con Sean Connery o con Sola en la Oscuridad. Ahora a elegir al reparto.¿Que el guión escrito entre otros por Robin Moore (autor de la novela The French Connection llevada al cine por el gran William Friedkin) era una basura? Poderoso caballero es Don Dinero. El reparto en líneas generales no estaba nada mal: Jacqueline Bisset, Toshiro Mifune, Richard Shaft Roundtree, Ben Gazzara (su papel le fue ofrecido a Nick Nolte por 2 millones de dólares, pero el televisivo hombre pobre prefirió seguir siendo pobre), David Janssen, etc. Pero sólo a Moon se le ocurrió contratar a Laurence Olivier para interpretar al heróico general MacArthur en una decisión de casting bastante desacertada, siendo benévolos. Se notaba que Olivier necesitaba el dinero para seguir tomando el té sin pasar apuros para llegar a fin de mes. Añadan al fichaje estrella un departamento de carcterización que da risa y da lástima (ese rímel en los ojos) y la vergüenza ajena viendo la cinta está asegurada. La paga de los actores y director osciló entre 1 y 2 millones de dólares por cabeza, cifras muy elevadas para la época.

Sutileza pura
Cuando comenzó el rodaje, pronto comenzaron los problemas. El equipo de la película parecía la Torre de Babel con tantos técnicos ingleses, japoneses, coreanos e italianos. Los traductores se las vieron y desearon para transmitir las instrucciones que les daba Terence Young, causando no pocas demoras por este motivo. Uno de los traductores transmitió mal las órdenes sobre cómo debían colocarse las cámaras en la escena del desembarco del final, teniendo que volver a ser rodada correctamente. Resultado: hemorragia de dinero. Un par de tifones y un terremoto se llevaron por delante los caros decorados construidos en exteriores teniendo que ser reconstruidos de nuevo, entre ellos el del Faro de Inchon. Jacqueline Bisset enfermó de laringitis y estuvo una semana fuera de juego, obligando a detener el rodaje una semana, lo que costó 200.000 dólares diarios. Los moonies publicaron historias en sus periódicos controlados sobre la deidad del general MacArthur, con comparaciones con Jesucristo incluidas. El dinero para pagar a Laurence Olivier no aparecía y tenían que entregarselo, helicóptero mediante, en maletines. La ayuda inicialmente dada por el Departamento de Defensa estadounidense para prestar tanques y soldados a la película fue retirada cuando descubrieron quién producía la cinta. Por los foros de IMDB cuenta gente que estuvo en el rodaje que un extra murió aplastado por un tanque. Quizás el evento que mejor resumió lo que fue el rodaje fue la filmación de la escena final con MacArthur aclamado en limusina por el pueblo surcoreano. La primera vez que se rodó no había suficientes extras, quedando una escena muy poco impresionante. A rodarla de nuevo en Corea con multitud de extras. La mala fortuna vuelve y los planos de la limusina y la multitud no "encajan". Solución final: irse a un estudio de Dublin a filmar planos del interior de la limusina con proyecciones de la gente (de los peores efectos ópticos que servidor ha visto en su vida). Tres minutos de escena, tres millones de dólares que costaron.


El gran despilfarro

Tras un desastroso pase en el festival de Cannes de 1981 para atraer a un gran estudio que quisiera distribuir la cinta, se redujo su metraje de tres horas a 140 minutos y se le cambió su título, quitándole el Oh. Estrenada en 1982 bajo el manto de la MGM, la cinta fue un desastre histórico recaudando menos de dos millones de dólares el fin de semana de su estreno. Su coste final fue de 46 millones. Todo un leñazo. La revista Newsweek la calificó de peor película de la historia. Moon no se rindió y se redujo su metraje a 105 minutos, eliminando las escenas con David Janssen. Incluso sorteaba un Rolls Royce y 100.000 dólares a los que fueran a verla, pero ni por ésas. 5 millones en taquilla de resultado final dieron al traste con los futuros proyectos cinematográficos de Moon, que quería financiar entre 10 y 15 películas sobre la Biblia (lo que me lleva a recordar que Plan 9 From Outer Space de Ed Wood  fue financiada por los responsables de una iglesia Baptista para, con su posible éxito, hacer una serie de películas sobre los apóstoles). Inchon no se editó ni en VHS ni en DVD y permaneció como una pequeña leyenda para los cazadores de cine psicotrónico. Hasta que la emitieron por cadenas de televisión propiedad de la secta en Estados Unidos, que es de donde salen las copias que circulan por ahí.

Una vez vista les puedo asegurar que no es la peor película de la historia, aunque sea mala. En general es bastante aburrida pero tiene sus momentos impagables, como todas las apariciones de Olivier, que parece estar a punto de salir al jardín a jugar con los nietos en vez de defender Corea de los comunistas (y estos apenas tienen lineas de diálogo, siendo igual de malotes que los de El Cazador). También hay que destacar que en las escenas de bombas y tiroteos se ven a unos cuantos soldados caerse al suelo y haciendo exagerados aspavientos como si de una cinta bélica de Bruno Mattei se tratase. En la parte positiva, las explosiones están bien hechas y hay una escena de una voladura de un puente la mar de resultona. Y ya. No seré yo el que la defienda, pero si a usted le va la historia oculta del cine y quiere presumir de haber visto una cinta casi inencontrable, Inchon es su película. Mientras escribo estas líneas, está disponible en Youtube.

Éste artículo lo escribí en Septiembre de 2009 y lo he corregido para su publicación en esta versión 2.0 del blog. Si no me he expandido más en la crítica a la película, se debe a las escasas ganas de revisarla que tiene uno. Tampoco crean que hay mucho más que rascar, más allá de la tremebunda historia detrás de su realización.


"JACKIE BROWN" para Ultramundo




La tercera película de Quentin Tarantino e incomprendida en su momento, comentada para Ultramundo en el especial Tarantino que está teniendo una fantástica acogida. Muchas gracias a todos.

Para ver lo negro que ha quedado el artículo, vayan AQUÍ.

sábado, 17 de marzo de 2012

Vidas ejemplares: Timothy Carey


El avispado fan de Stanley Kubrick seguro que reconoce su cara. Efectivamente, es el francotirador de Atraco Perfecto y uno de los soldados a los que Kirk Douglas deberá salvar del pelotón de ejecución en Senderos de Gloria. Como suele ocurrir, el talento de este buen hombre no se vió reconocido hasta tiempo después de su fallecimiento, cuando fue elevado a los altares del cine underground. En su apabullante paso por Hollywood fue golpeado por Elia Kazan, su trasero fue pinchado con un bolígrafo por el mismísimo Marlon Brando y Elvis quería a toda costa ver su única película como director. Tengo el placer de presentarles a Timothy Agoglia Carey, una vida ejemplar de libro.

Este hombre sin duda hubiera sido, por su peculiar físico (1'96 metros de altura) y rostro que no se olvida fácilmente, uno de los secundarios que no hubiera tenido problemas en el Hollywood clásico de los años 50 para tener papeles de malvado...si no fuera por su "curiosa" personalidad. Él mismo reconoció que tuvo dificultades para conseguir papeles por su volátil temperamento, lo que llevó al director Laszlo Benedek, que lo contrató para un papelito de malo en aquel excelente vehículo para lucimiento del Brando más chulo de título Salvaje a no querer que Carey se subiera encima de una moto, por miedo a que se le ocurriese atropellar a quien se pusiera por delante de su camino. Fue idea de Carey el que su personaje echara cerveza a la cara de Brando, lo que no hizo la más mínima gracia a la estrella. Tiempo después, un por aquel entonces amigo de Brando, Elia Kazan, acabó perdiendo los estribos en el rodaje de Al Este del Edén (Carey en la película amenazaba a otro astro salido del Actor's Studio, James Dean). Harto de las perrerías de Carey, acabó dándole un sonoro bofetón en toda la cara. Richard Widmark tampoco se reprimió a la hora de sacudir a Carey en el rodaje de La Ley del Talión. En esa época, el bueno de Timothy hacía lo que podía para tener papelitos en superproducciones de los grandes estudios. Y si había que escalar los muros de la 20Th Century Fox vestido de caballero medieval para presentarse al casting de El Principe Valiente, como efectivamente hizo, se hacía. Aunque sus esfuerzos por conseguir papeles secundarios quedaban en papel mojado y, en consecuencia, tenía que ganarse el pan actuando en series B varias. Menos mal que un director neoyorkino supo ver su potencial como actor y no dudó en ficharlo para una película que estaba preparando sobre un atraco a un hipódromo.

En efecto, Atraco Perfecto fue, tanto para Carey como para Stanley Kubrick su carta de presentación a Hollywood, que el segundo sabría aprovechar bastante mejor que el primero. Kubrick quedó tan encantado con Carey que no dudó en ficharlo para su siguiente película, Senderos de Gloria, y además le ofreció el suculento papel del soldado Maurice Ferol, uno de los tres soldados sentenciados a muerte en la cinta. Por todos es sabido la fama de Kubrick de controlar todos los aspectos de la película que rodase en el momento, teniendo el equipo técnico y artístico que acatar sus órdenes sin rechistar (menos en la cinta que nos ocupa y en Espartaco, en las que quien cortaba el bacalao era su productor y estrella Kirk Douglas). Pues bien, a Kubrick le gustaba tanto Carey que le dio permiso para improvisar algunas líneas de diálogo y su actuación si lo estimaba oportuno. Sólo a él y a Peter Sellers les concedería ese privilegio. De hecho, en la escena en la que Kirk Douglas le visita cuando Ferol espera su ejecución inminente, Carey improvisó su actuación y fue tan convincente en la misma que Kirk Douglas pensaba que Carey le robaba la escena (cosa que así sucedió y cualquiera que haya visto Senderos de Gloria lo puede corroborar). Pocos años más tarde, Kubrick le llamó para interpretar papeles en Lolita y en Teléfono Rojo, pero nuestro hombre le dió calabazas. ¿El por qué? Vaya usted a saber. Quizás le apetecía ocuparse en crear y distribuir su primera (y última) película como director, productor, actor, guionista y distribuidor.

Armado con 100.000 dólares, un casting en general formado por actores amateurs, la colaboración en la banda sonora de un joven guitarrista que atendía por nombre Frank Zappa y una de las ideas más alucinantes jamás plasmadas en celuloide, desde 1956 a 1962, Carey trabajó intermitentemente en su magnum opus The World's Greatest Sinner, una cinta virtualmente desconocida por estos lares pero reverenciada en USA por circuitos cinéfilos muy minoritarios y especialistas en el cinema bis. Dar una sinopsis de la película resulta muy complicado, pero básicamente consiste en un vendedor de seguros de nombre Clarence Hilliard que, aburrido de su vida, decide que él es Dios, cambiándose su nombre por el de God Hilliard (cual Homer Simpson cuando decidió llamarse Max Power), arengando a los jóvenes a unirse a él a través de un grupo de rock liderado por él mismo y siendo utilizado por un oscuro partido político. The World's Greatest Sinner es, de verdad, una pieza indispensable para todo aquel que busque rarezas del cine, uno de esos pequeños "tesoros" de cuya existencia solo conocemos unos pocos y que, lo considere uno una obra maestra o un supino bodrio, no lo acabará olvidando fácilmente.

Como puede uno imaginarse, a Carey le costó lo suyo encontrar algún distribuidor que se mostrase interesado en The World´s... por lo que no tuvo más remedio que distribuir la película él sólo. La noche de su estreno en un cine de Los Angeles, para tener una buena publicidad para la película, Carey disparó dentro de la sala su pistola al techo, provocando la histeria colectiva entre el público, lo que sirvió para acrecentar aún más su aureola de persona de carácter "complicadillo" en Hollywood. La crítica se mostró dividida en sus apreciaciones sobre la cinta, el público la ignoró y The World´s... se fue a las catacumbas del cine a la espera de que alguien la rescatase del olvido. Por cierto, la Pelvis tenía muchas ganas de ver esta película, pero se quedó con ellas. A partir de ahí, Carey siguió alternando trabajos en el cine de bajo presupuesto duante los 60 para intentar llevar adelante nuevos proyectos como director. Pero The World´s... sería su única aventura tras las cámaras. La falta de financiación fue principalmente el talón de Aquiles de nuestro hombre, que vería más de una película inacabada. Eso, unido a que en Hollywood apenas querían saber nada de él, sobre todo después de que en el rodaje de El Rostro Impenetrable lograse cabrear a Karl Malden y a Marlon Brando, hasta el extremo que Brando (quizás teniendo en mente lo de la cerveza en Salvaje) le "apuñalaría" con un bolígrafo en salva sea la culona parte. La única figura relevante que se acordaba de él para darle papeles en sus películas fue su íntimo amigo John Cassavetes (Carey dió un sentido discurso en el funeral de éste a finales de los 80), quien le ofreció papeles suculentos en Minnie & Moskovitz y The Killing of a Chinese Bookie.

Constantes apariciones en series como Kung Fu, El Virginiano o Los Ángeles de Charlie, más papeles en cine de bajo presupuesto, el rechazar papeles en los dos primeros Padrinos para ocuparse de sus propios proyectos (Aun así Coppola se acordaría de él para un papelito en La Conversación) y actuaciones variadas en teatro le mantuvieron ocupado hasta principios de los 90, donde estuvo a punto de "resucitar" para el cine con otra película de atracos con la estructura narrativa desordenada. En efecto, el mismísimo Tarantino pensó en él para interpretar al jefe de los Reservoir Dogs, pero a pesar de que Carey deseaba hacer el papel, a Tarantino le contaron que el actor estaba "como una cabra" y puso a Lawrence Tierney en su lugar. Ésta es la versión oficial. La extraoficial la contó el propio Carey en una entrevista poco antes de fallecer en 1994. Según Timothy, Tarantino estaba entusiasmado con tenerlo en el reparto y se lo presentó a Harvey Keitel, quien lo admiraba como actor y le dió un largo discurso sobre lo grande que fue.Tras una larga perorata, Carey se limitó a decirle "gracias", cosa que no sentó nada bien a Keitel (co-productor de la película), quien pensó que Timothy era un desagradecido y, por rencor, vetó su presencia en el reparto de Reservoir Dogs. Eso sí, en los créditos finales, Quentin se acordó de Carey poniéndolo en los agradecimientos.


Posiblemente, si hubiera querido, Timothy Carey sería más famoso y no hubiera tenido dificultades para hacer sus películas.Pero al menos hizo aquello que le apetecía hacer, y además era un tipo realmente original. Y eso basta para su entrada en el "hall of fame" del Terrario.Y ahora, les conmino a que traten de conseguir The World´s Greatest Sinner y disfruten de su delirante imaginación. O visiten el estupendo blog dedicado a su vida, obra y milagros The Timothy Carey Experience.



Este artículo fue originalmente publicado en la anterior versión del blog. Ha sido revisado para la ocasión.


"PULP FICTION" para Ultramundo






Una de las películas más comentadas y debatidas de la historia del cine irrumpe en Ultramundo. Uno ha intentado estar a la altura del desafío.

Vayan aquí para conocer la "ficción"

viernes, 9 de marzo de 2012

"RESERVOIR DOGS" para Ultramundo






Con la reseña de "Reservoir Dogs", da comienzo un especial Tarantino en Ultramundo, centrado en su etapa noventera. Un completo "Cómo se hizo" acompañado de la correspondiente reseña.

Put the lime in the coconut aquí. De paso, añado un nuevo título a "la filmoteca del Terrario", que estaba acumulando telarañas.

"DESTINO FINAL 5" para Ultramundo





Pueden echar un vistazo a mi reseña de la quinta entrega de la saga aquí.